La Reserva la conforma un área protegida que es parte del Mashpi Lodge y otra zona que de la cual se hace cargo la Fundación Futuro. En la reserva los Guardianes del Bosque registran en tiempo real los sonidos e identifica motosierras, disparos, voces y vehículos.
Desde hace tres años, las 2 600 hectáreas cuentan con dispositivos para alertar sobre tala, caza y voces en el lugar. 10 guardianes electrónicos vigilan esta reserva.