EL COMERCIO, en su edición del 6 de septiembre, informa a la ciudadanía sobre la elección del señor René Ramírez como presidente del Consejo de Educación Superior. Las reacciones debidamente sustentadas en contra de esta elección no se han hecho esperar. El doctor Andrés Páez, en su calidad de asambleísta, señala que esta elección contradice el art. 232 de la Constitución y el doctor Carlos Larreátegui, rector de la UDLA y columnista de EL COMERCIO, sostiene que esta elección a más de la Constitución contradice la Ley de Educación Superior, a la vez que manifiesta que este proceso forma parte de los “excesos y atropellos que confirman hasta la saciedad la vocación totalitaria” del Gobierno. Esta elección no solo que ha sido amañada por la búsqueda de votos, Ramírez vota por sí mismo, como representante del Senascyt, sin ser titular, y cede, por otra parte, su delegación titular como Secretario del Senplades a la Dma. Ana María Larrea, para que vote por él. Este procedimiento en nada positivo contribuye con el Consejo de Educación Superior, peor con las instituciones a su responsabilidad. Acontecimientos como este son bien vistos por el Gobierno si es que no los propicia, esto no es sorprendente, lo que sí es sorprendente es la presencia de un académico de reconocido prestigio, el doctor Germán Rojas, legitimando como candidato a presidente del CES, a un proceso antiuniversitario, antiacadémico e ilegal. Posiblemente para muchos universitarios el Dr. Rojas fue utilizado irrespetuosamente, pero se ha prestado para ello, sin considerar que forma parte de la universidad y en algunas ocasiones cumplió dignidades de representación universitaria.