Después de haber impedido la víspera una resolución de condena en la ONU contra el régimen de Damasco por el ataque químico en Siria, Rusia se ha mostrado a favor de que se lleve a cabo una investigación internacional “exhaustiva e imparcial” de la matanza con gas tóxico de al menos 86 civiles, entre ellos 30 niños, en la ciudad rebelde de Jan Sheijun, en la provincia siria de Idlib.