La autoridades de Pachuca, Hidalgo, centro de México, clausuraron un bar que operaba de forma clandestina pese al semáforo rojo y las medidas sanitarias impuestas en la ciudad para detener el avance del covid-19. Los dueños del establecimiento habían habilitado una entrada secreta a través de un refrigerador falso.
Por el tamaño de los departamentos, las distribuciones arquitectónicas y por las múltiples actividades familiares que se realizan en la cocina, el diseño de este espacio ha cambiado por completo.