A partir de este mes entra en vigencia la Décima Reforma Tributaria. Los recursos que se generen de la aplicación de la Ley de Redistribución del Gasto Social serán utilizados para financiar el aumento del Bono de Desarrollo Humano (BDH) de USD 35 a USD 50. Lo que significa que este aumento implicará la erogación anual de USD 1 096 millones.
Desde el retorno a la democracia en 1979, en el Ecuador se han implementado 51 reformas tributarias. Las 10 últimas se han promovido desde que asumió la presidencia Rafael Correa.
Estas reformas han sido impulsadas con un fin primordial: equilibrar las finanzas públicas y aumentar significativamente los ingresos para el Fisco. En 6 años de Gobierno la recaudación tributaria se incrementó en un 143%, lo cual generó al Fisco en el 2012 USD 11 000 millones .
Aunque esto es positivo porque, al menos en teoría, la mejor forma de redistribuir la riqueza es la aplicación de tributos, puede convertirse también en un desincentivo para el desarrollo de las actividades productivas y por ende como algo contraproducente para la generación de mayor empleo.
Desde el 2007 al 2012 la carga tributaria del Ecuador ha aumentado del 14,4% al 19,7%. Es la cuarta más alta de la región después de Argentina, Brasil y Uruguay.
Los gremios empresariales han manifestado que el aumento progresivo de la carga fiscal está asfixiando a la actividad privada. Se privilegia la recaudación per se sin tomar en cuenta que es necesario fortalecer y apoyar al sector empresarial. La creación del Impuesto a la Salida de Divisas (que en el 2012 generó cerca de USD 9 44,7 millones) y el Anticipo Mínimo para el pago del Impuesto del Impuesto a la Renta han sido catalogados por los empresarios e industriales como regresivos y contrarios en términos de promover la inversión extranjera.
En el caso de la última reforma tributaria tendrá efectos nocivos para el mercado financiero e incluso para la estabilidad económica del país.
No solo que la rentabilidad de la banca disminuirá en el 2013 (a 2,59% en bancos grandes, 5,15% en bancos medianos y -3,30% en bancos pequeños), sino que traerá consigo una restricción en el otorgamiento de créditos, afectará la liquidez de la economía y, por consiguiente, llevará a una disminución del consumo privado.
Esto posiblemente tenga como efecto una reducción en el ritmo de crecimiento de la economía, la cual, con más seguridad, no pasará del 3%.
Hay que tomar en cuenta que buena parte del crecimiento del PIB en Ecuador se debe al dinamismo de la demanda interna pero, a diferencia de lo que pueden sostener las autoridades del gobierno, esta debe alentarse apoyando aún más al sector privado y no cargándolo de impuestos.