Es positivo que el Gobierno y los empresarios se hayan reunido esta semana para conversar sobre temas sensibles del sector productivo. Si estos encuentros fuesen más frecuentes y no cada tres años -el último de este tipo fue en el 2009- los resultados serían más productivos.
Luego de cinco años y medio del Régimen, el cambio de la matriz productiva se mantiene en etapa de estudios.
También es positivo que en la reunión de esta semana se haya llegado a un acuerdo para que las empresas puedan negociar el crédito tributario que genera el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD). Lamentablemente ha tomado demasiado tiempo darse cuenta de este error, pese a que fue advertido antes de que la medida fuera impuesta en la Asamblea, donde el debate fue nulo.
El ISD, que empezó a regir en el 2008 con una tasa del 0,5% para evitar la salida de divisas, hoy está en 5% y las divisas siguen saliendo. El ganador: el Fisco, que tendrá este año unos USD 1000 millones por este tributo.
Parece otro acierto que en el encuentro empresarial se haya acordado flexibilizar la jornada de 40 horas de trabajo en los sectores agrícola, pesquero, ganadero y turístico. Las empresas podrán distribuir esas 40 horas durante la semana, incluido el sábado, lo cual bajará sus costos laborales. Hubiese sido mejor si los trabajadores participaban de ese acuerdo.
Un último punto a destacar es el liderazgo que asumió el Presidente de la República para avanzar en la negociación comercial con la Unión Europea. Ojalá se defina, ya que desde el año pasado han viajado las máximas autoridades del Gobierno para definir el acuerdo, y hasta ahora, nada.