El último ejemplar vivo de la especie Atelopus halihelos pasa sus días en el Centro Jambatu, en Sangolquí. Desde hace tres años, que llegó a este lugar, se mantiene a la espera de que los investigadores encuentren a otra rana de su tipo para evitar su extinción. Por ahora, se la ha bautizado como ‘El Solitario George de las ranas’.