El entrenador de la Roma, Eusebio Di Francesco, debió ser operado de una fractura en la mano izquierda tras dar el lunes un puñetazo al banco de suplentes en el partido que su equipo empató ante el Atalanta en la Liga italiana de fútbol.
Rodrigo Erramuspe, defensa argentino, le propinó tres puñetes a su compañero, el juvenil Joel Soto.