El remate y la llegada a la meta de Gerson Tulcanazo y Dimas Quingaluisa fueron más parecidos a una final de 100 metros planos que a una prueba de 7 kilómetros en el asfalto.
Entre ambos hubo menos de un segundo de diferencia en la carrera atlética PUCE 7K que se realizó ayer en Quito.
En una mañana fría y con los restos del aguacero de la noche anterior en las calles, el arribo de los dos deportistas fue tan emocionante que muchos de los aficionados aglomerados en la meta, en la avenida Amazonas, cerca de la Veintimilla, contuvieron la respiración y abrieron bien los ojos para cerciorarse de quien ganaba.
Ya en la recta final, ambos venían escoltados por vehículos policiales que hacían sonar las sirenas. El ganador, de 22 años, contó que al ver la meta se imaginó cruzarla sin inconvenientes. Pero Quingaluisa, de 49 años, aún tenía fuerza para rematar y casi se lleva la victoria. “Con las justas regresé a ver, nadie me dijo que él (Quingaluisa) venía atrás mío, pero pude apretar”, dijo el más joven de los dos atletas y quien empleó 23:53:2 minutos.
Al finalizar el recorrido, el vencedor se detuvo a un costado de la calle y se agachó, con las manos en las rodillas, para recuperar el aliento. Quingaluisa, en cambio, siguió corriendo.
A paso lento, uno de los atletas más respetados del país en la categoría máster se perdió a lo lejos por la Amazonas, con rumbo al parque El Ejido.
Tras unos 10 minutos, en los que trotó para aflojar los músculos, regresó y bebió agua.
El corredor máster perece no tener un gramo de grasa sobre su cuerpo. Empezó a correr a los 27 años y en la última década ha sido uno de los grandes dominadores de su categoría.
En la Quito-Últimas Noticias 15K, por ejemplo, lleva ocho triunfos. Él quiere volver a buscar los primeros lugares de la categoría general y la victoria entre las personas de su edad en el reto de 15 km que será este 8 de junio en la capital.
Dimas Quingaluisa nació en Mulalillo, Cotopaxi. Se ejercita solo, sin grupos ni entrenadores, en las madrugadas.
Usualmente realiza el recorrido de la 15K y finaliza con unas repeticiones de velocidad en el estadio Atahualpa.
Luego de correr, va a trabajar en una fábrica de sábanas por el valle de Los Chillos. “Me faltó rematar desde un poco más atrás y quizás ganaba esta hermosa competencia”.
En la Quito-Últimas Noticias ha participado en 23 ocasiones. No ha tenido un entrenador oficial, pero ha sabido escuchar y pedir consejo a los más destacados corredores como Silvio Guerra, Franklin Tenorio, Rolando Vera, entre otros.
Quingaluisa es también doble ganador de la Maratón de Guayaquil (2012 y 2013).
Entre las personas con discapacidad se destacaron Ángel Fárez, Byron López, entre otros. Fárez compite en una silla conocida como bicicleta de mano. Tiene los pedales y los cambios de una bicicleta, pero adaptada de tal forma que la impulsa con la fuerza de sus brazos. Él perdió la pierna izquierda tras un accidente de tránsito en el 2008. Se ejercita en las madrugadas en el Parque Bicentenario para competir en una prueba de 42 km, en Perú.
López, por su parte, se impuso en la categoría de silla de ruedas de competencia.
Entre las mujeres, Jéssica Paguay fue la más destacada.