Dos estudios recientes revelan que las pérdidas de capas glaciares en la Antártida se duplicaron en las últimas décadas.
A pesar de que la Tierra alcanzó su día más corto el 29 de junio de 2022, la tendencia largo plazo parece pasar de acortarse a alargarse desde 2020.
La capa de ozono sigue recuperándose en torno al Polo Norte y Polo Sur, pero no en latitudes inferiores, según un estudio publicado hoy (6 de febrero del 2018) por la revista especializada Atmospheric Chemistry and Physics.
La cantidad de hielo en los polos de la Tierra registró un nuevo descenso récord en enero d 2017, mientras las temperaturas del planeta ese mes fueron las terceras más altas de la era moderna, informó el gobierno estadounidense el jueves 16 de febrero de 2017.
Desafiando a osos polares y gélidas temperaturas, los 'cazadores de eclipses', llegados en ocasiones de las antípodas, se reúnen a 1 300 kilómetros del polo Norte para saborear los tres minutos de noche que se vivirán en pleno día el próximo viernes 20 de marzo de 2015.
Los satélites de la NASA han mostrado dos fenómenos opuestos al detectar que la capa de hielo del Ártico disminuye, mientras que la Antártida se expande, según un estudio publicado este miércoles. "Ha habido un aumento general en la capa de hielo marino en la Antártida, que es lo contrario de lo que sucede en el Ártico", señaló Claire Parkinson, científica del clima del Centro Goddard de la NASA y autora principal del estudio. La NASA indica que entre 1978 y 2010 la extensión de la Antártida creció en 17 000 kilómetros cuadrados cada año, pero "esta tasa de crecimiento no es tan grande como la disminución en el Ártico", señaló la científica, que destacó la diferencia geografía que tienen los polos de la Tierra. Y es que según los datos del estudio, la extensión de la capa de hielo del Océano Ártico en septiembre de 2012 era de 3,40 millones de kilómetros cuadrados por debajo de la media calculada entre septiembre de 1979 a 2000, es decir, que el área de hielo perdido equivale a aproxim
Los primeros análisis de la mayor capa de sedimento jamás recogida en la superficie terrestre del Ártico indican que se produjeron en esa región intervalos de calor mucho más intenso del que se creía durante los últimos 2,8 millones de años, según publica hoy la revista "Science". Esos intervalos de calor se corresponden además con periodos cálidos y sin hielo en zonas de la Antártida, lo que sugiere una fuerte interconexión hemisférica del clima. "Las regiones polares son mucho más vulnerables a los cambios de lo que se creía hasta ahora", señalan Martin Melles (Universidad de Colonia, Alemania), Julie Brigham-Grette (Universidad de Massachusetts Amherst, Estados Unidos) y Pavel Minyuk (Instituto de Investigación Científica Interdisciplinaria del Nordeste, Rusia). Los científicos llegaron a esta conclusión tras estudiar la capa de sedimento recogida en 2009 del lago El'gygytgyn, en la península siberiana de Chukotka, en el ártico ruso, que se formó hace 3,6 millones de años cuando un