“Todo se parece a su dueño”, así versa una frase muy conocida por las personas. En los diferentes aspectos de la vida esta regla toma mucha credibilidad. Referente a las comicios, esta frase se hace notar, lástima que la política no es la excepción a esta regla. Ahora bien, las propuestas que los candidatos a la presidencia ofrecen, pecan en mi parecer, de incompleta, existiendo una falta de ideología que debe estar siempre acompañando. De igual forma, los ciudadanos, fallan a la hora de discernir y reconocer lo que es suyo: la política.
Las críticas existentes a los políticos ecuatorianos son en demasía mal fundamentados, ya que es básico conocer el medio en el cual ellos actúan, dirigiéndose siempre a las clases sociales más humildes y manejables, proponiendo como por ejemplo: la libertad de consumir cerveza los domingos. De esta manera es importante intentar conocer la propuesta de fondo de un candidato, y dejar a un lado, y desentender, las propuestas superficiales y poco inteligentes, y si bien, el ciudadano, le da mucha importancia a propuestas superfluas, debe darse cuenta la manera en la cual se van a hacer efectivas.
Los candidatos a la Presidencia de la República, en general, tratan con una sociedad muy dependiente a un líder, el cual debe estar siempre preparado para recibir elogios por parte de sus simpatizantes, y críticas de sus opositores. La responsabilidad es gigantesca.
La sociedad ecuatoriana por otra parte deberá aprender a conocer a sus políticos -o sea a conocer lo que tiene-, e identificar sus debilidades y sus fortalezas. Los ecuatorianos deben formar una capacidad de discernimiento muy estricto y capacitado, solo de esta manera se podrá exigir, y bien merecido, una calidad mayor de políticos, los cuales ya no prometan dinero ni cosas.