Drama y pérdidas económicas afrontan los damnificados de la explosión de gas en Cumbayá

El primer piso del inmueble donde ocurrió la explosión quedó reducido a escombros, mientras que las casas aledañas sufrieron daños. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

El primer piso del inmueble donde ocurrió la explosión quedó reducido a escombros, mientras que las casas aledañas sufrieron daños. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Obreros y maquinaria pesada extraen los escombros del inmueble donde se registró la explosión. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Marco Gualpa vive junto a su familia en el segundo piso de la vivienda en donde se registró una explosión, a las 10:30 del sábado 10 de octubre del 2020, en las calles Salinas y García Moreno de la parroquia Cumbayá, ubicada en el oriente de Quito. A esa hora, él salió a la tienda para comprar comida para sus hijos, de 5 y 9 años, cuando escuchó un fuerte estruendo.

“Inmediatamente pensé en mis niños y regresé corriendo para ver lo que ocurrió”, contó Gualpa a este Diario, la mañana de este lunes 12 de octubre. Se encontró con la casa en ruinas y escuchó que sus niños pedían ayuda en medio de los escombros.

Los niños lo observaron y le dijeron: “papito ayúdanos, no queremos morir”. Los infantes sangraban porque tenían cortes en la cara. Gualpa los rescató y ambos fueron trasladados en ambulancia al Hospital Baca Ortiz.

Perdió todos los electrodomésticos, incluyendo la computadora con la que sus chicos realizaban las tareas escolares. Gualpa es instructor personal de gimnasio y no tiene trabajo debido a la emergencia sanitaria del covid-19. “Gracias a Dios mis niños se encuentran estables de salud, ahora están muy asustados”.

Según datos del Municipio, por la explosión hubo 9 personas heridas, 2 viviendas destruidas, 22 afectadas (dos con daños estructurales) y 6 vehículos destrozados. Adrián Haro, gerente de la Empresa municipal EM Seguridad, indicó que se activó la ayuda humanitaria a la familia afectada por la emergencia. “Consistió en alimentos, artículos de aseo personal y vestimenta”.

Erick Dreyer, propietario del restaurante de comida ecuatoriana Ciré, ubicado a dos casas de la explosión, indicó que las pérdidas en su negocio ascienden a USD 40 000. “Nos demoraremos un mes en recuperarlo. Se destrozaron 44 ventanas, vajillas, cristalería, techos. Lo que más me cuesta es cerrar durante 3 semanas”.

El primer piso del inmueble donde ocurrió la explosión quedó reducido a escombros, mientras que las casas aledañas sufrieron daños. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

El auto de uno de los meseros que estaba parqueado en la calle García Moreno se acabó.

Gabriela Castelo vive en la casa afectada. Dijo que sus enseres se destruyeron por la fuerza de la explosión. “A mi cuñado le operaron de la cabeza, pero ya se encuentra bien. El departamento de adelante se cayó al piso”.

El inmueble en el cual ocurrió la explosión quedó completamente destruido. Este 12 de octubre del 2020 se hizo el derrocamiento de la propiedad. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Desde tempranas horas de este lunes 12 de octubre, la mujer sacaba las cosas y las colocaba en el patio. Manifestó que al momento de la emergencia ella salió de la casa junto a sus dos hijas.

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