Frente a las sonrisas de los grandes triunfadores de los Globos de Oro, hubo varias producciones que se fueron de vacío en la noche del domingo 7 de enero del 2018. A continuación, los perdedores en las categorías de cine y televisión.
Del adiós con gloria de Usain Bolt y Michael Phelps, las lágrimas de oro de Neymar, el escándalo de Ryan Lochte y las decepciones de Novak Djokovic y Justin Gatlin, los Juegos de Río de Janeiro dejaron sus dos caras de la moneda.
El ejemplo de la crisis de Venezuela evidencia el fracaso de los regímenes populistas del socialismo del siglo XXI, que festinaron los recursos en la bonanza petrolera, que han llevado al caos interno cuando escasea el dinero e incluso son malos perdedores en democracia porque están llevando al país a su cuasi destrucción, en lugar de abrirse al diálogo con los diversos sectores, saber escuchar y rectificar sus pésimas acciones. Antes fue el Gobierno corrupto de Argentina, hoy procesado en las cortes y con presos que testimonian hechos irregulares. Luego el régimen inmoral de Brasil, en donde está suspendida su presidenta por acciones cuestionadas en su gestión.
La aplicación de salvaguardias a 2 800 partidas (productos importados) deviene en un escenario de ganadores y perdedores en la economía ecuatoriana. En la una orilla se encuentran aquellas empresas, eficientes o no, que ahora tienen a su favor una barrera de entrada a los artículos extranjeros, que permitiría (ojalá no suceda) poder elevar los precios de sus productos sin poner atención a lo que haga la competencia foránea.
Perder el Oscar nunca había sentado tan bien a las estrellas. Que se lo digan si no a los actores y directores que saldrán este domingo del Teatro Dolby de Hollywood sin una estatuilla dorada entre sus manos, pero con una bolsa de regalos valorada en USD 85 000.
El triunfador habla para todos y todas, cuando comete un error aprende la lección y rectifica, sabe que el resultado de los sucesos dependen de él, que el infortunio es el mejor de los maestros, enfrenta los retos, trabaja fuerte, da su palabra y la cumple, dice ser bueno y se compromete a ser mejor, escucha, comprende y responde con respeto, es auténtico, respeta leyes, normas y principios así como a los que saben más que él y aprende de ellos, es responsable de su trabajo, sabe que existen mejores formas de hacer las cosas, se fija en el medio que le rodea, es tolerante, sabe que el tiempo es valioso y no lo malgasta, es innovador y creativo, comparte el triunfo con todos, un ganador siempre es parte de la solución.