Unas cuestas, sobre calles de cemento, conducen al estadio de Santa Marta de Cuba, la parroquia carchense de Tulcán, donde se forman talentos del ciclismo que anhelan imitar a Richard Carapaz y Jonathan Caicedo. Ambos compitieron en el Giro de Italia.
Marco Pita es un perseverante empedernido. Le gustan los minúsculos detalles para levantar grandes obras, tal como lo dice Frank Rijkaard, el holandés exjugador del fútbol mundial. Y lo que hizo en la Vuelta Ciclística al Ecuador fácilmente se agregaría a los logros épicos del deporte.