El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aseguró hoy que el asilo otorgado al fundador de Wikileaks, Julian Assange fue decidido porque “no se garantizó su no extradición a un tercer país”, como Estados Unidos, donde podría recibir “hasta pena de muerte y si no cadena perpetua”. “El problema es que no hay la garantía de que si sale de la embajada y va a Suecia que no se lo extradite a un tercer país y ahí sí se estaría poniendo en riesgo la vida o la libertad de por vida del señor Julian Assange. Por eso el Ecuador decidió otorgarle el asilo diplomático”, dijo Correa a tres radios de la ciudad de Loja, sur del país, donde se encuentra de visita para un gabinete ministerial itinerante.
Un puñado de simpatizantes de Assange, muy inferior al número de periodistas y policías, hacían guardia este viernes ante la embajada de Ecuador en Londres, donde el fundador de WikiLeaks sigue refugiado, en espera de un difícil acuerdo diplomático para resolver su caso.
Una de las lecciones que deja el millonario juicio a diario El Universo, es que el parroquialismo -como estilo de ejercer la política- hace demasiado daño a cualquier gobierno. Es lo que ha sucedido con el régimen de Rafael Correa.