“La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando”, dice escrito en la servilleta del almuerzo de una adolescente, citando a Picasso. “¡Levanta tu cabeza! Eres mucho mejor de lo que crees”, se puede leer en otra que, como todos los días, fue guardada en la lonchera de ella, junto a su almuerzo. El autor de esas frases, propias y citadas, es Garth Callaghan, un hombre que de lunes a viernes prepara el almuerzo de su hija Emma, de 14 años, y, paralelamente, tiene como objetivo escribir 826 mensajes, para continuar con la costumbre, hasta que ella termine el colegio. La decisión de adelantar con tanta anticipación las futuras frases que acompañarán a su hija en lo que le queda de estudios escolares es el temor a que, en un futuro, él no pueda estar vivo para incentivar a Emma a superarse cada día. El año 2011, Garth fue diagnosticado con cáncer al riñón, que le obligó a pasar por una complicada cirugía y el difícil tratamiento.
La mayoría de los niños tiende a imitar a sus papás. Por ello, tenga cuidado con sus acciones, y procure ser un buen ejemplo.
El video fue creado por la ONG australiana Napcan que trabaja para combatir y erradicar el abuso infantil. El slogan: los niños ven y actúan, como sus padres.
Para susurrarle a Jorgito, Nathalia utiliza el 'teléfono umbilical'. Un extremo del embudo reposa en su boca y el otro lado de la bocina apunta directo a su vientre redondo. "Hola bebé", le dice con ternura. Nathalia de Matamoros aguarda ansiosa a su segundo hijo. Está por llegar al quinto mes de embarazo y quiere aprovechar al máximo la experiencia de ser madre.
Los hombres tienen un papel fundamental en la crianza de sus hijos. Los cuidan, los consienten, los cambian y se levantan en las madrugadas para calmar su llanto. Los educan. Comparten, hombro a hombro, la tarea del cuidado con sus compañeras. Es una conducta tan normal que pocas veces usted se detiene a preguntar por qué.
Pedir permiso para ir a una fiesta, hacer una noche de pijamadas o pasar una reunión en casa de los amigos puede convertirse en la excusa perfecta para que los chicos escapen de la vigilancia parental durante varias horas. Con los cambios hormonales a flor de piel, muchos padres temen que este impulso resulte sobre estimulado por la presión del grupo de amigos o por la influencia de los medios de comunicación. Pero una vez que sus sospechas están confirmadas, lo peor que podría hacer es callar.
Desde el 31 de enero, Camila, de 8 años, le ha preguntado a María Elena Vargas: "¿mami, tú también estás de vacaciones?". Ella le ha respondido que no. La niña ha insistido: "¿Y si pides permiso?". Pero para esta señora fue imposible lograr que sus días de descanso coincidieran con los de su hija.
¿Un homenaje o un reproche? Cuando un hijo se dispone a crear una biografía de sus padres, un tanto de admiración, y otro de desprecio se cuelan, entre las páginas de sus libros. No todo es color de rosa. Porque lo que los ajenos no lograron ver con sus ojos, los hijos lo vivieron en carne propia.
Andrea Quinteros tiene cinco meses de embarazo. Consume alimentos orgánicos, no usa plástico y reutiliza los muebles, ropa o adornos viejos que otras personas botan a la basura.
La historia se viralizó de inmediato. Es que la carta publicada originalmente en www.goteamkate.com es de una mamá, que con el corazón abierto, agradece a un hombre por haber sido amable, paciente y compasivo con su hija autista durante un vuelo de conexión.
Manuela Hidalgo es la más pequeña de la clase. Tiene apenas 4 años y dos meses. Pero como a otros 15 alumnos se la observa concentrada frente al tablero y a las 16 piezas del ajedrez. A los 2 años y medio, su padre Elvio la inició en este 'deporte ciencia'.
Muchas veces la frase 'llego en 5 minutos' se toma solo como una expresión y no como un acto que se cumplirá de manera literal. Consientes de esto, un colegio en el Reino Unido ha decidido tomar medidas radicales, como multar a los padres por las tardanzas de sus hijos.
Como el “fin de la infancia”; así tituló hace unos días la revista Vanity Fair, su reportaje acerca de la tendencia de crianza que se ha ganado múltiples seguidores en Hollywood en el último tiempo, como Penélope Cruz, Tobey Maguire, Jamie Lee Curtis, Helen Hunt, y Hank Azaria. Este último, incluso dijo: “Quería un libro de reglas que me dijera cómo manejar cualquier situación con un niño. (Y esto) es lo más parecido que he encontrado al Santo Grial”.
Presenciar la escena en la que un padre o una madre dan besos en la boca a sus hijos, pareciera ser normal. En algunos países, los besos en la boca forman parte de una costumbre, pero sin duda es una práctica que genera debate.
Dos de cada tres estadounidenses de entre dos a 10 años tienen acceso a tabletas y libros electrónicos, aunque sólo la mitad utiliza estos dispositivos para leer, señala un estudio publicado este viernes.
Un canadiense está empeñado en que medio mundo participe activamente del nacimiento de su hija. Para ello, no encontró mejor manera que crear un sitio para que los internautas elijan el nombre de su hija. Tuvo que vencer, además, las reticencias de la madre. "Buen día, me llamo Stephen y a pesar del escepticismo de mi mujer decidí dejar que Internet le encuentre un nombre a mi hija", escribió Stephen McLaughlin en su sitio namemydaughter.com.
Las hadas madrinas todavía existen: las tías profesionales sin hijos o simplemente PANK (Professional Aunt, No Kids, por sus siglas en inglés) son impulsoras de un gran sector de la economía. La firma Weber Shandwick ha publicado un reporte identificando a este grupo de "tías chéveres" que en Estados Unidos, gastan en promedio USD 500 al año en sus sobrinos. Las PANK están cambiando el concepto de viajes familiares, por el de recorrer lugares con ellas.
El vínculo entre una madre y su hijo es especial mientras crece en su vientre. Científicos consideran que esta conexión podría ser aun más estrecha de lo que se pensaba al descubrir que las células del embrión recorren el cuerpo de la gestante ayudando a reparar los tejidos y órganos dañados, especialmente en los casos de infarto cardíaco.
La música minimalista de Philip Glass se escuchaba de fondo en la gran habitación. Dentro, tres pequeños daban rienda suelta a su imaginación, rodeados de acuarelas de todos los colores, pinceles, sillas y mesas blancas.
Padres preocupados, que acuden semanalmente a preguntar por el rendimbiento de sus hijos. Y el extremo: otros que conocen sus debilidades y evitan asistir a las reuniones.