Hace más de doce años, en mayo de 2009, estalló el escándalo por el que el conocido sacerdote puertorriqueño, Alberto Cutié, tuvo que retirarse de la Iglesia Católica.
Para Alberto Benavides no hay homilía o misa en que no pida a Dios por el Delfín, por sus jugadores, por los dirigentes y por el cuerpo técnico. El sacerdote de la parroquia Niño Jesús, en el barrio de Altamira de Manta, dice ser el mejor y más ferviente hincha del cuadro cetáceo, que la tarde de este 15 de diciembre del 2019 (15:00) jugará su tercera final, en tres años, ante Liga de Quito.