Su tarea es filtrar, al día, más de 200 litros de agua. Por ello se los conoce como productos ‘salineros’. Debido a que en su sabor resalta la sal, se los puede comer únicamente marinados con limón o vinagre; aunque también cocidos. Se trata de la ostra y el ostión, productos cuya popularidad va en aumento en los últimos años entre los comensales locales.