Nuestro querido país, con cada vez menos demostraciones de real afecto por parte de sus conciudadanos, ha vivido, en la década anterior a este gobierno, la más grande dilapidación y atraco de fondos públicos. El actual gobierno anticipó la carencia de fondos ya que no había encontrado la mesa servida; y, posteriormente, ofreció que recaudaría lo robado. Última esta oferta que aparte de haber recaudado unos cientos de miles de un ático y de la entrega, por parte de un funcionario foráneo, de unos dos milloncitos que no alcanzó a distribuir, nos contentaron con procesos y dos funcionarios de alto rango que purgan penas en la cárcel. Deberíamos todos ver una película americana: “The Landrumat”, que protagonizan actores conocidos como Antonio Banderas; comienzo del relato un tanto opaco y de aparente esencia incierta; pero, que a medida que se desenvuelve la trama, pasa a ser un relato documental de lo que sucedió en Latinoamérica con el lavado de activos. De allí podemos darnos una idea d
Mao Tse-tung: "La religión es el opio de los pueblos". Hizo mella porque el partidismo-religioso hace impracticable: "Ama a tu prójimo como a ti mismo, sin importar raza, color, clase social y credo".