La designación de Adam Namm como embajador de Estados Unidos en Ecuador está en la recta final. Sin embargo, las críticas a la política del Gobierno ecuatoriano pone en riesgo su nominación.
El martes, la Comisión de Relaciones Internacionales del Congreso estadounidense aprobó a Namm como representante diplomático en Quito. El hombre obtuvo ocho votos a favor y dos en contra, de los senadores republicanos, Marco Rubio, de Florida, y James Risch, de Idaho.
Rubio aseguró que no se opone a la nominación de Namm como embajador, sino que votó en contra para demostrar su “preocupación” por las políticas del gobierno de Barack Obama, en el hemisferio occidental. “Me reservo el derecho de bloquear o votar en contra de cualquier nominado para América Latina hasta que el Gobierno tome acciones significativas para cambiar sus políticas ”, manifestó a AFP.
Esta ha sido la exigencia que varios senadores republicanos han hecho a Obama, luego de la expulsión de la anterior embajadora Heather Hodges, luego de una filtración de un cable de Wikileaks, sobre un supuesto caso de corrupción de un ex funcionario de la Policía.
Los senadores consideraron que tanto Ecuador, como Venezuela, Bolivia y Nicaragua, han demostrado una actitud “agresiva” en contra de EE.UU. Por ello, exigen que su gobierno aplique medidas y acciones duras en contra de los cuatro países.
“En vez de hacer frente a los tiranos y promover la democracia, la política de este gobierno hacia América Latina ha sido definida por la contemporización, la debilidad y la alienación de nuestros aliados”, afirmó Rubio.
La designación de Namm debe atravesar el último filtro: el Pleno del Senado. Si obtiene la mayoría de votos a favor, Namm será posesionado oficialmente como embajador en Ecuador. De lo contrario, según explicó el embajador (r) Francisco Proaño, ex representante de Ecuador en la OEA, el régimen de Obama deberá presentar otro candidato a consideración del Congreso.