La crisis entre Arabia Saudita e Irán, dos de los principales protagonistas del conflicto sirio, amenaza la continuación del muy frágil proceso iniciado laboriosamente por la comunidad internacional para tratar de encontrar una solución política a esta guerra.
Arabia Saudí rompió sus relaciones diplomáticas con Irán, después de la tensión generada entre ambas naciones por la ejecución de un clérigo chiita por parte de Riad, informó hoy (3 de enero) el Ministerio del Exterior saudí.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó las ejecuciones en Arabia Saudita, incluida la de un clérigo chií opositor, y llamó a la calma para evitar un resurgimiento de las tensiones sectarias en Oriente Medio.