Sin poder de negociación

Toda negociación internacional es un "toma y daca", en donde hay que seducir a la parte contraria con algo importante para recibir también algo importante. Y lo que un país puede dar constituye su poder de negociación. Si esto es así, debemos admitir que el Ecuador no lo tiene frente a la Unión Europea -UE- y por eso se dilataría quizá hasta el 2015, cuando nos sentiremos presionados a aceptar sus condiciones para evitar que nuestros productos que hoy gozan de preferencias paguen altos impuestos a partir del año próximo. Este es el poder de negociación que está siendo usado por la UE.

A los 28 países de la UE les interesa poco el reducido mercado ecuatoriano, más aún si nuestra posición defensiva es diferir su apertura en plazos prolongados. Perú y Colombia abrieron sus mercados inmediatamente para un promedio del 77% de productos y el resto en plazos medianos para llegar al 100%. Al Ecuador le van exigir no mucho menos, porque se trata de un país de renta media. Pero contar con el mercado abierto de la UE en el 100% de sus importaciones para 500 millones de consumidores reales es algo que nos conviene.

Debido a que los plazos para finiquitar son largos (en el caso de Colombia demoró 5 años), debemos prepararnos para enfrentar un período de altos aranceles para algunos productos ecuatorianos, cuya suma debe sobrepasar los 300 millones de dólares anuales, que el pueblo ecuatoriano tendría que subsidiar a los exportadores ecuatorianos.

Entonces debemos hacer un estudio producto por producto, para ver cómo paliar sus consecuencias negativas, identificando aquellos a los que les sacarían del mercado debido al precio, otros que se mantendrían por su calidad. Unos tendrán más afectación que otros y no todos necesitarán el 100% de compensación, pues se deberá privilegiar a los productos que insumen mano de obra y tienen valor agregado nacional. Quizá para algunos convenga buscar otros horizontes.

Se ha planteado que rija un statu quo para productos como banano, pesqueros, flores y otros, mientras dure la negociación. Esto luce óptimo, pero en la UE no hay ningún precedente de esta naturaleza. Como el 11% de las exportaciones ecuatorianas van a la UE el asunto se torna complejo, pues en lugar de aumentar las exportaciones se reducirían si no hay Acuerdo.

Si hubiésemos continuado con la negociación junto a Colombia y Perú desde hace seis años, y cerrado como ellos, en este momento estaríamos ya gozando de la apertura del mercado europeo sin más trámite. Siendo realistas, como no tenemos poder de negociación, esta se cerrará cuando la UE quiera que se cierre y cuando el Ecuador acepte algo similar a lo pactado por Perú y Colombia, con ciertos maquillajes que le den salida política al Gobierno ecuatoriano.

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