La música creada a través de timbales, batería, güiro, panderetas, teclados y bongos se escucha en un espacio modesto de una casa, ubicada en el norte de Cuenca. Allí, ensaya el grupo de música de la Fundación Mundo Sin Barreras.Son 18 personas con capacidades especiales, quienes presentan síndrome de Down, hidrocefalia, parálisis cerebral… Según la directora de esa fundación, Monserrath Morales, se busca que el grupo sea una herramienta o una suerte de terapia que les ayude. Mauricio Espinosa, de 41 años, es uno de los vocalistas. Tiene hidrocefalia y su pasión por la música se inició en la niñez. Con autoformación aprendió a tocar el sintetizador. Sujeta fuertemente el micrófono para cantar el tema ‘Ai se eu te pego’, de Michel Teló. No solo canta en portugués sino también en inglés. Este último idioma lo aprendió durante los 22 años que vivió en Chicago (EE.UU.). El director del grupo, Juan Marca, aprendió a cantar para que alumnos como Espinosa no se pierdan en la letra, pues la af