Para el Gobierno, el mejor crecimiento es aquel producto de la inversión pública. Lo que se invierte hoy en infraestructura mejora las posibilidades de producir más mañana.
Cuando el Fisco se financia de impuestos directos, como aquel a la renta, se quita proporcionalmente más al que más gana, dinero que hubiera ahorrado o gastado en bienes suntuarios, probablemente importados que en cambio sirven para mejorar la infraestructura.
El Secretario de Planificación explicó que en los últimos tres años se duplicó la relación inversión PIB. Está previsto que en 2010 el Estado invierta USD 7 381 millones, superior al año pasado.
La inversión pública arrancó por el ahorro petrolero que dejaron los tres gobiernos anteriores. Continuó por el incremento de los ingresos gracias al alto precio del petróleo y las reformas legales que redistribuyeron la renta petrolera a favor del Estado.
Se sumó la mayor presión tributaria: el SRI alcanzó dos años antes de tiempo su meta de recaudaciones como porcentaje del PIB.
Para 2010, el Presupuesto programó un agresivo endeudamiento externo para financiar la inversión. Pero hasta ahora solo la CAF ha prestado de manera importante. Se tenía expectativa del BID, dada la buena disposición de su presidente Luis Alberto Moreno. Pero hasta ahora no se concreta ningún desembolso, y la prensa especializada indica que dentro del BID se critica duramente a Moreno por haberle prestado al país para la compra de los aviones de Tame y el presidencial.
Por falta de crédito externo, el Estado recurre a la deuda interna, y coloca bonos al IESS. Advierte que se pagará en bonos a los contratistas.
Este será el cuarto año consecutivo de incremento en inversión pública, pero no se ve la contraparte: mayor producción nacional tanto para el mercado interno como para la exportación.
Sin mayor producción privada, el fondeo fiscal vía incremento de ingresos tributarios comienza a fallar. En las recaudaciones tributarias de enero-mayo destaca que se ha estimulado el consumo (espectacular alza de recaudaciones del IVA) pero que se debilita el sector productivo (el Impuesto a la Renta causó mucho menos que lo esperado).
No hay acceso a crédito externo. Declina la producción petrolera. Se mantiene deprimida la producción privada. Una vez absorbidos los fondos del IESS, ¿cuál será el combustible que haga funcionar al motor que es la inversión pública?El modelo de crecimiento en base exclusiva de la inversión pública se agotó. El tiempo apremia para buscar el recambio. El obvio es la inversión privada, interna y externa. Pero esta no se prende con un interruptor. Hay que tomar decisiones rápidas y contundentes, si se quiere evitar un estancamiento, o peor.