Axel Guevara se radicó en Quito por sus estudios y el motociclismo

Axel Guevara antes de los selectivos para los latinoamericanos en Perú y México. Foto: xavier caivinagua para EL COMERCIO

Axel Guevara antes de los selectivos para los latinoamericanos en Perú y México. Foto: xavier caivinagua para EL COMERCIO

Axel Guevara antes de los selectivos para los latinoamericanos en Perú y México. Foto: xavier caivinagua para EL COMERCIO

Hace dos meses, Axel Guevara decidió radicarse en Quito. Allí estudia el primer semestre de Ingeniería Civil y en los momentos libres se dedica al motociclismo.

El piloto chimboracense de 18 años dejó a su familia en Riobamba por sus desafíos académicos y deportivos. Hace dos semanas, en la pista de La Troncal (Cañar), se clasificó paralos latinoamericanos de motocrós en Perú y México. En la clase 125 cm3 Júnior terminó primero y en la MX2A fue segundo en MX2A.

Hasta julio pasado, Guevara priorizó su último año de estudios secundarios y luego se enfocó en la prueba Ser Bachiller. Obtuvo 960 puntos y escogió la carrera de su preferencia. “Las motos son mi pasión, me ha dado alegrías, pero no puedo descuidar mi futuro”.

Por esa prioridad académica, en La Troncal recién se estrenó en una competencia oficial del 2019. Lo hizo en la quinta válida nacional. Llegó nervioso porque “el ritmo de entrenamiento no es lo mismo que una carrera oficial”. Sin embargo, cumplió su meta y ahora se alista en Quito para sus dos viajes al exterior.

Desde este viernes, durante tres días, competirá en Cajamarca, Perú, con motivo del Latinoamericano de Motocrós clase 125 cm3. Su objetivo es terminar entre los tres primeros. Después, entre el 8 al 10 de noviembre correrá en Culiacán, México, en el Latinoamericano MX2A. Allí pretende ubicarse entre los 10 mejores.

Para el excampeón latinoamericano en la clase 85 cm3 minicrós, será la séptima ocasión que representará al país. Sin contar con una pista de motocrós en Riobamba, ha competido en dos mundiales, en España y República Checa. En la categoría de 65 cm3 terminó entre los 15 mejores.

Sus estudios superiores tampoco le permiten entrenarse con regularidad, puesto que tiene clases de 07:00 a 18:00 de lunes a jueves. Esos días, por las noches, trabaja en la parte física, hace natación, ciclismo y gimnasio. Con la moto se entrena tres días a la semana: viernes, sábado y domingo.

Por falta de apoyo económico, asegura, no se dedica por completo al motociclismo. Sus padres son sus auspiciantes. Por clasificar primero en la clase de 125 cm3, la Federación Ecuatoriana de Motociclismo le ofreció cubrir los gastos de su participación en Perú.

Su padre, Iván Guevara, es quien le ayuda con el mantenimiento de la moto, pero cuando requiere de arreglos complicados tiene como mecánico a Rodrigo Villalba. Desde hace un año y medio no tiene técnico, se entrena solo, después que se alejó del estratega ambateño Andrés Cevallos. “Él me enseñó desde niño todas las bases del motocrós, si no fuera por él no sería piloto.

Cevallos empezó a prepararlo desde que corría en la categoría de 65 cm3, luego pasó a 85 cm3 minicrós y fue campeón latinoamericano. El DT lo define como “un chico disciplinado, exigente, con buena base física y técnica”. Lo dirigió tres años y tiene gratos recuerdos, sobre todo por su entereza y el gran respaldo de sus padres.

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