Decenas de cuentos, canciones y chigualos están en la memoria de mujeres y hombres manabitas que se sienten orgullosos de estos conocimientos tradicionales.
El árbol del ceibo está presente en la mayoría del territorio manabita como un sello de identidad de la flora tradicional de sus habitantes.
El pueblo montuvio de a poco se visibiliza en otras partes del país y por fuera de las zonas donde tradicionalmente habitaron sus ancestros. La mayor presencia de este grupo étnico está en las provincias de Manabí, Guayas, Los Ríos, El Oro y Santa Elena.
Las técnicas ancestrales que diferentes grupos étnicos utilizan para el tratamiento y uso de la caña son rescatados en Santo Domingo de los Tsáchilas por montuvios, indígenas y afros.
Un taller de amorfinos y tradición oral realizó la Casa de la Cultura en el cantón Pedernales, a inicios de esta semana. Decenas de ciudadanos involucrados en la danza, el baile y teatro asistieron al taller que estuvo dirigido por Raymundo Zambrano, quien habló sobre el amorfino y la tradición oral como cultura del montuvio manabita.
La cosecha de mango no constituye únicamente un puntal económico para el pueblo montuvio de la Costa. Esa etapa significa, además, un momento de integración para este segmento humano en zonas productoras de la fruta.
El arroz es el principal motor económico de las jurisdicciones cuya población mayoritaria es la montuvia. Lomas de Sargentillo y Daule son dos de los cantones en los que el invierno activó el sembrío de la gramínea de la que depende el 80% de sus habitantes.
El origen de las culturas que habitaron los territorios de la Costa del Ecuador, desde hace 500 años antes de Cristo, gana interés en la población montuvia del cantón Quevedo, en la provincia de Los Ríos.
Desde el 2007, Los Mentaos de la Manigua recuperan y revitalizan géneros del folclor montuvio, como el amorfino, el galope, la jota y ritmos introducidos como la polka, que el campesino costeño transformó desde su creatividad y apropiación rítmica.
Azabache es tan coqueto como Wilmer Mera, el bravo jinete que intentó domarlo. Relinchaba y agitaba su crin oscura, intentando sacarse a su dueño de encima. “¡Quieto, quieto!”, le ordenó Mera, un montuvio de bigote tan negro como el pelaje de su amigo. “Es que está alborotado por ver tantas yeguas”, explicó en tono galán, agarrando bien las riendas.
Sus cascos repicaron al compás sobre el asfalto de Milagro. Más de 3 000 caballistas de varias provincias del Litoral se tomaron las calles del cantón guayasense para participar en la sexta cabalgata de integración montuvia, que se realizó este sábado 18 de noviembre del 2017.
En los cerros dominados por territorios ancestrales de la comunidad montuvia hay ejemplos de construcciones que combinan los elementos propios de sus zonas con estilos introducidos de otras costumbres.
Una ruta turística en el cantón Chone, en Manabí, se armó con el fin de conservar a una de las especies marinas de la tradición gastronómica de los montuvios.
La Ecuarunari y los Pueblos Montuvios del Ecuador le dicen sí al referéndum y consulta popular, pero se muestran inconformes con el contenido de las preguntas. La Conaie, en cambio, condiciona un respaldo ligado a la agilización de los procesos de amnistía.
Desde el cruce del estero Tachina se observa una de las hosterías que fusiona rasgos ancestrales de dos culturas, como la de los montuvios manabitas y del pueblo afroesmeraldeño. Las cabañas que se construyeron evocan la forma de vida del hombre montuvio dedicado a las labores del campo y sus caballos, como parte de su actividad diaria.
Las ferias que se promueven en diferentes espacios sirven para mostrar la variada tradición gastronómica del montuvio de Manabí.
En su nuevo libro, ‘Los montuvios en Guayaquil’, el actor y folclorista guayaquileño Gabriel Paredes Villegas recoge estampas narrativas sobre los campesinos costeños que al migrar al Puerto Principal cambian las labores ligadas al cultivo de la tierra por los más diversos trabajos, algunos de ellos oficios tradicionales ya desaparecidos.
Con música, teatro, cine y literatura, los montuvios de La Manga del Cura buscan afianzar sus raíces manabitas. Hasta el 2015, este territorio todavía no definía su pertenencia, que durante un año se disputaron Manabí y Guayas.
En el taller de ebanistería de la parroquia San Lorenzo, en Manta, Manabí, la madera de la zona se convierte en creaciones personalizadas.
Después del terremoto, la gastronomía típica de Manabí, y especialmente la montuvia, se convirtió en una fuente para reactivar el turismo y la economía.