Reporteros Sin Fronteras (RSF) anunció este martes 2 de marzo del 2021 que ha presentado una denuncia ante la Justicia alemana por crímenes de lesa humanidad contra los periodistas en Arabia Saudí; una denuncia centrada en el asesinato de Jamal Khashoggi, del que acusa en particular al príncipe heredero Mohamed bin Salman.
El príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman, aprobó una operación para capturar o matar al periodista disidente Jamal Khashoggi, asesinado en 2018, según una evaluación desclasificada de los servicios de inteligencia estadounidenses publicada el viernes de una forma que buscó limitar el daño a los lazos entre Estados Unidos y Arabia Saudita.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, viajó este domingo 22 de noviembre de 2020 a Arabia Saudí y se reunió en secreto con el príncipe heredero de la corona, Mohamed Bin Salman, informaron este lunes 23 medios israelíes.
Investigadores de la ONU reclamaron este miércoles 22 de enero de 2020 una investigación sobre el supuesto pirateo del teléfono móvil del fundador y presidente de Amazon, Jeff Bezos, después de recibir un mensaje de WhatsApp procedente de una cuenta atribuida al príncipe saudita Mohamed bin Salmán.
Existen pruebas suficientes para abrir una investigación sobre la responsabilidad de altos responsables de Arabia Saudí, incluyendo al príncipe heredero Mohamed Bin Salmán, en el asesinato de Jamal Khashoggi, declaró este miércoles 19 de junio de 2019 una relatora de derechos humanos de la ONU.
Los hijos del periodista saudí Jamal Khashoggi, asesinado en Estambul el 2 de octubre de 2018, recibieron casas de millones de dólares cada uno y perciben una mensualidad de varios miles de dólares como indemnización por parte de las autoridades sauditas, informó el lunes 1 de abril de 2019 el Washington Post.
Mohamed bin Salmán ha revolucionado Arabia Saudita con reformas económicas, sociales y religiosas desde que fue nombrado príncipe heredero de esta potencia petrolera ultraconservadora el año pasado. Pero para muchos, su represión a los disidentes raya el autoritarismo.
Un hotel de lujo convertido en cárcel, cientos de detenidos de la familia real acusados de corrupción y un constante goteo de reformas que asombran y desconciertan. ¿Qué ocurre en Arabia Saudita para que, tras décadas de inmovilismo de un régimen guiado por una ideología extremista como el wahabismo, el mundo ahora se interese por lo que pasa en esta nación de 32,2 millones de habitantes? La respuesta tiene un nombre: Mohamed bin Salman.