En la película ‘Bajo el fuego’, de Roger Spottiswoode, los somocistas decían con recurrencia, como si se tratara de un insulto, que la revolución nicaragüense era “una revolución de poetas”. Equivocados no estuvieron. La escritora Gioconda Belli escribió en el 2015, para el diario El País, que “sin Ernesto Cardenal y sin (el músico) Carlos Mejía Godoy la Revolución Sandinista no habría tomado el poder”.