Para los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, que deben comenzar el 7 de febrero, todos temían que no hubiera nieve. Pero el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó almacenar 450 000 metros cúbicos de copos compactados y los meteorólogos comenzaron a afirmar que caerán del cielo entre dos y siete metros.