La primera estimación mundial de microplásticos en el fondo marino, del CSIRO, la agencia científica nacional de Australia, sugiere que hay 14 millones de toneladas en las profundidades del océano.
Un equipo de científicos alemanes y suizos detectó la presencia de microplásticos en la nieve, incluso en el Ártico, aparentemente transportadas a través de la atmósfera a zonas remotas del planeta.
Una persona puede ingerir y respirar entre 70 000 y 121 000 partículas de microplásticos al año, cuyos efectos sobre la salud aún no están claros, según un estudio que publica hoy miércoles 5 de junio del 2019 Environmental Science and Technology.
Un equipo de investigadores ha identificado por primera vez contaminación de microplástico en un glaciar de los Alpes, el de Forni, situado a unos 3 000 metros de altitud en el Parque Nacional italiano de Stelvio (norte).