Un grupo de investigadores españoles del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) descubrió que las esponjas marinas retienen cerca de 48 millones de toneladas de silicio al año en los océanos, lo cual contribuye a paliar el efecto invernadero y el calentamiento global en la atmósfera.
Las microalgas pueden alimentarse a diario del triple de su peso en contaminación atmosférica. Clean Energy, empresa chilena liderada por mujeres, las utiliza para capturar gases y evitar intoxicaciones en las zonas industrializadas, cuenta su directora, Andrea Irarrázaval.
Una laguna en el oeste de El Salvador registró una muerte masiva de peces provocada por una microalga que reduce el nivel de oxígeno, informó el ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
Algunas microalgas aún no tienen nombre ni apellido. Están ahí, en las lagunas del Ecuador, sin que se las pueda usar para curar enfermedades.Precisamente, porque no existe información exacta sobre sus componentes.