Michelle Bachelet: ¡ahora sí!

Ahora sí es el tiempo de las mujeres en Chile. Michelle Bachelet vuelve a la presidencia después de cinco años y ya no es la misma mujer. En los últimos años la Bachelet asumió la dirección de ONU Mujeres, lo que significa que hoy tiene en la cabeza la situación de las mujeres en el mundo, pues esta entidad de Naciones Unidas fue concebida para dar un paso histórico en la aceleración de la igualdad de género. Es así como Michelle Bachelet pudo recorrer casi todos los países del planeta y apropiarse de lo que significa, todavía en los inicios del siglo XXI, haber nacido mujer en decenas de culturas patriarcales. Esta experiencia vital, ese duro encuentro con cifras que demuestran lo lejos que estamos aún de una participación paritaria en los múltiples universos de la vida, fue tal vez lo que les hizo falta a sus políticas en su primera presidencia.

Esta vez, Bachelet habrá entendido, como lo recomendaba una reconocida feminista italiana, que cuando una mujer entra en política, debe entrar con su historia y no a pesar de ella. Y en América Latina, Chile es uno de los países más retrasados del continente en esta materia. La Bachelet sabe de los pendientes, como el matrimonio homosexual y, en relación con los derechos sexuales y reproductivos, con la despenalización del aborto, aun cuando no sea parcial.

Michelle Bachelet planteó en su campaña la importancia de legalizar dos causales del aborto: cuando el embarazo es producto de una violación y cuando la salud de la mujer gestante está en peligro si sigue con su embarazo, el aborto terapéutico. En cuanto a esta causal, quiero recordar que Chile hace parte hoy día de los cinco países del mundo donde no existe aún aborto terapéutico, junto con El Salvador, Nicaragua, Malta y el Vaticano.Además, las complicaciones derivadas del aborto clandestino en Chile causaron en los últimos años la cuarta parte de muertes maternas, ubicando al aborto como la primera de mortalidad materna, cuando en Colombia, gracias a la despenalización del aborto y al acceso al misoprostol, prohibido en Chile, los abortos inseguros han pasado de la segunda causa de mortalidad materna, a la cuarta hoy. Con este triunfo y pese a que permanecen casi las mismas caras en el parlamento, se abre una esperanza a la modernidad y una verdadera laicidad. Aún nada está ganado y estos grandes debates van a necesitar mucho apoyo de una sociedad menos retraída por los infaustos años de pinochetismo.

Terminaré con una frase de Michelle Bachelet cuando era presidenta de ONU Mujeres, pertinente para Chile, donde las voces de las mujeres son aún tenues: "La fortaleza de las mujeres, la tenacidad de las mujeres y la sabiduría de las mujeres son el recurso más desaprovechado de la humanidad. El desafío consiste en mostrar cómo este recurso puede ser utilizado de una manera efectiva que nos beneficie a todos y a todas".

Suplementos digitales