Existen frutas que se ven en los mercados todo el año y otras que aparecen cada cierto tiempo. Los capulíes, por ejemplo, se asocian con las fiestas de Carnaval y su consumo en bebidas ancestrales -como el jucho- se disfruta especialmente durante febrero y marzo.
A la cocina ecuatoriana siempre le acompaña una salsa -a veces picante, otras no tanto-, pero siempre aporta con sabor. Se la llama ají, por su ingrediente principal, pero son los contrastes del resto de componentes con los que se elabora los que muestran que por todo el Ecuador se pueden degustar distintas variedades.
Hoy, 16 de agosto de 2016, se realizó el lanzamiento oficial de la segunda edición del Campeonato Mundial del Hornado en un evento privado que se dio cita en el Centro Cultural Villa Carmen, en Sangolquí. El encuentro contó con la presencia de Fernando Alvarado, ministro de Turismo, Mauricio Armendaris, presidente de la Asociación de Chefs del Ecuador, y Gustavo Pareja, alcalde de Otavalo.
Para apropiarse de un platillo italiano no sólo basta con añadir toppings locales. El chef Gabriel Mena propone una masa de verde que aprovecha el consumo de esta fruta en el país y le da un giro novedoso.
Una combinación “potente” de varios ceviches se llevó La Estrella Culinaria de Oro, el máximo galardón del festival gastronómico Raíces, que por tercer año consecutivo organiza la Municipalidad de Guayaquil para premiar a las mejores huecas de la ciudad. La premiación se realizó la noche de este domingo 24 de julio de 2016 en el Centro de Convenciones Simón Bolívar, en el norte de la ciudad.
Cuando una persona escucha la palabra Sangolquí enseguida la relaciona con el delicioso hornado y, claro, con Independiente del Valle, el equipo que está a un paso de ganar la Copa Libertadores y de entrar en la historia de los grandes de la región.
La sazón de Lago Agrio formó parte de una exposición de las cocinas ancestrales de la II Feria de Turística Cultural Artesanal y Gastronómica de la Amazonía y Galápagos.
A 350 grados centígrados se produce una de las recetas que pervive por más de 20 años en la tradición quiteña: las empanadas de viento gigantes. Con un promedio de más 30 centímetros, la idea del colombiano Carlos Hernández transformó las tardes de café capitalinas.
Recordar la máchica traposa probablemente traiga nostalgia a muchas generaciones. Ya no es tan popular encontrarla en las calles, mucho menos en los hogares. Pero aún se mantiene la venta de esta harina que se deriva de la cebada.
Pese a que quizás ya no es común encontrar máchica en las calles, la venta de la harina derivada de la cebada se utiliza en la elaboración de varios productos como el pan.
La comida manabita se identifica con una preparación típica: la sal prieta. La fusión de harina de maíz con maní crea una combinación única que se presta para receta de sal y de dulce. Este reportaje muestra las formas tradicionales de consumir la sal prieta y las innovaciones en las que puede aplicarse.
La tonalidad oscura casi como el azúcar morena da el nombre de sal prieta a esta preparación; es una fusión entre harina de maíz, maní tostado y especias que se ha convertido en un símbolo de Manabí. Este alimento fue reconocido como uno de los productos que más identifican a la cocina manaba en una investigación realizada por Patrimonio Alimentario del Ministerio de Cultura y Patrimonio, así lo explica el chef y representante de Slow Food Ecuador, Esteban Tapia, quien formó parte de la investigación.
Entre las calles Bolívar y Venezuela se asienta la Heladería Caribe. Un restaurante de tradición quiteña en dónde el diente goloso de los capitalinos se satisface con helados de paila, las quesadillas y los quimbolitos. Una decoración muy tradicional llena de plantas y recargada con la lista de platillos que se ofertan dan la bienvenida al comensal. La disposición ofrece una sensación de una antigua casa colonial que se ha ido ampliando con el paso de los años.
Ala Mar se llaman las ‘ediciones’ de cocina con peces nativos que se realizan en El Salnés Gastro-Picantería. Este tributo al océano se da con la idea de promover el consumo de especies endémicas.
“El encebollado es una sopa no un cebiche”, dice Edgar León, chef e investigador de la cocina ecuatoriana. La preparación no data de más de 70 años -según el experto- y ya conquistó el paladar de los ecuatorianos.
Encebollado elaborado por el chef Juan Carlos Fernández en Culinary Art's School.
Es un guiso pero se lo conoce como seco. Se puede elaborar con chivo o borrego, pollo, entre otros cárnicos y tiene variante regionales. Sin embargo, el nombre que hace contradicción con su apariencia tiene orígenes inciertos. Una de las teorías más reconocidas, dice el chef e investigador Esteban Tapia, es que el término proviene de un vocablo inglés.
La preparación de este plato típico se adecua en cada región. El chef Felipe Campana realiza una preparación de la Sierra que se distingue por el sabor dulce. En este video descubre los secretos para realizar un seco en poco tiempo.
En muchas familias todavía se guarda la tradición de consumir la sopa de arroz de cebada los días lunes. El aporte nutricional de este platillo es elevado pues es un grano que posee fibra, potasio, fósforo y nutrientes.
Los huesos de cerdo se utiliza para darle sabor a la cebada, gramínea que no posee un gusto pronunciado. Por tradición, este platillo se consume los días lunes.