Abriéndose tímidamente a la modernidad, especialmente a internet, la comunidad menonita de El Sabinal, en el norte de México, descubrió que el mundo estaba siendo sacudido por una pandemia.
Las comunidades de los cristianos menonitas conviven en el Chaco boliviano con la tradición criolla y campesina, pero con sus propias normas: sin luz eléctrica y apartados de la tecnología, desarrollan una vida dedicada a la religión, la agricultura y la ganadería comunitaria.