El juicio por el crimen de una paciente extranjera termina con un lamentable saldo, la sentencia de prisión para dos médicos. Uno de ellos ni siquiera estuvo en la clínica el día de los acontecimientos, el otro acudió a la clínica e intentó, por todos los medios posibles, salvar la vida de la paciente. Ninguno de los médicos sentenciados condicionó, de manera alguna el ingreso de la paciente.