Chloe, una perra mestiza de tres años viajó a Estados Unidos para certificarse como perra de terapia. Aprendió agility, obediencia avanzada y nuevos trucos. Ahora vive en Lima donde empezará a trabajar como perro de soporte emocional.
No todos los perros callejeros tienen un final feliz. Pero Chloe es muy afortunada. Cuando tenía tres meses fue rescatada junto a sus dos hermanas. Durante un festival de adopciones una familia se enamoró de ella y decidió darle un hogar.
Lucho vivió una vida de maltrato. Este Poodle de aproximadamente 10 años de edad quedó paralizado bajo los cuidados de un dueño abusivo. Todo indicaba que nunca iba a poder disfrutar del amor de una familia.
El amor es un sentimiento que trasciende especies y una prueba de ello es la historia de Tony y Julieta. Estos dos perros mestizos se enamoraron y lucharon por estar juntos. Aquí te contamos cómo fueron adoptados.
Gustavo Redín tiene dos perras: Kama y Mila, ambas adoptadas pero en distintas ocasiones. La historia de cómo recogió a Kama es muy particular: la encontró en el parque de Tumbaco cuando escuchó “unos lloriqueos”. Siguió estos ruidos y encontró dos perros en una caja; eran Kama y su hermana. Gustavo se quedó con su hermana y entregó a Kama a la fundación PAE para que se hicieran cargo.
No todos los perros tienen la capacidad física para nadar. De hecho, a algunos incluso les aterra el líquido vital. Pero este no es el caso de Kama, una perra mestiza que fue adoptada de la fundación PAE. Ella ve agua y no puede evitar darse un chapuzón: Piletas, lagunas ríos y el mar son los lugares donde nada, aunque su dueño confiesa que no le gusta estar mucho tiempo en el agua.
Chester es un french poodle de ocho años que ha pasado por dos enfermedades que lo han dejado al borde de la muerte. Su dueño Danny Terán, es el hijo menor de su familia, y junto a su hermano Cristian (hijo mayor), lo describen como una mascota traviesa y bulliciosa. "Aúlla cuando llegas o cuando quiere algo", cuenta Danny.
“Todos los pitbull merecen un hogar, pero no todos los hogares merecen un pitbull”. Esta frase permanece en la mente de Geovanna Lasso, estudiante de medicina veterinaria. Ella tiene un vínculo muy especial con esta raza canina.
Jama fue uno de los cantones afectados de Manabí luego del terremoto, de 7.8 grados de magnitud del pasado 16 de abril. Un día después de la emergencia, el coronel de la Policía Javier Buitrón llegó a ese sitio para coordinar las acciones del Centro de Operaciones de Emergencia (COE). Junto con él viajaron sus hijos, Georgie y Matthew, de 18 y 17 años, quienes estuvieron allí como voluntarios para ayudar a los damnificados.
Uno de los afectados por el terremoto del pasado sábado 16 de abril de 2016 fue Max. Su imagen circuló por redes sociales y conmovió los corazones de los internautas por más de tres días. Durante ese tiempo, el can permaneció entre los escombros de una casa en Manta esperando a sus dueños.
Su lugar favorito en la ciudad es el parque. Camina libremente sin correa y le encanta jugar con la pelota.
Para Angus no hay nada como las montañas. Este labrador chocolate, de tres años de edad, tiene la experiencia de un montañista y la inocencia de un niño. Es sociable, dulce, cariñoso, protector de su familia y un leal compañero de aventuras para su dueño Álvaro Montalvo.
Dicen que cada perro se parece a su dueño. Este es el caso de Alejandro Alarcón y su perrita Kallie, una vizla húngara de dos años. Ellos son inseparables y comparten una misma pasión: el deporte.
Kallie es una perra de raza vizsla que acompaña al triatleta Fabián Alarcón en sus entrenamientos. El can puede alcanzar velocidades hasta de 50 kilómetros por hora mientras recorre los senderos del Parque Metropolitano junto a su dueño.
Chloe fue rescatada con sus dos hermanas de una funda de basura. Francisco Cabezas y Vanessa Vélez la acogieron y le dieron una segunda oportunidad.
La mirada de Chloe transmite dulzura y confianza. Su temperamento tranquilo hace que cualquiera que la conozca pueda relacionarse fácilmente con ella. Es respetuosa y obediente, una perra estable y equilibrada que, sin dejar de lado sus instintos, sabe cómo vivir en comunidad.