La mascarilla aún es accesorio y escudo, pero ya entra en el olvido

2020: El paisaje urbano estaba presente con personas que iban protegidos con overoles que se usan en laboratorios químicos. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

El dolor sigue presente en los ojos de Viviana García de 46 años. Su esposo murió en junio del 2020 tras contagiarse de covid-19.

Padeció por un par de días en casa y terminó su sufrimiento en un hospital público. Ella no lo pudo consolar en sus últimas horas. No pudo recordarle cuánto lo amaba. Y se fue junto con su incredulidad frente a la enfermedad.

Han pasado más de dos años y ella no se anima a retirarse la mascarilla en ningún lugar. Sigue desinfectando las compras y se retira los zapatos para entrar a la casa.

Aunque el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, dio por terminada la pandemia el 3 de octubre del 2022, la gente en las calles aún no se siente en la libertad de retirarse el cubrebocas.

Para muchos es una cuestión de miedo y para otros es una costumbre. Gloria Santos es parte de ese último grupo. Tiene 34 años y dos hijas de seis y ocho años. Las tres llevan su mascarilla bien colocada. Se la ponen para ir a la tienda, a la escuela y al parque.

“Es como ponerse zapatos, ya es parte de la rutina”, explica con una sonrisa. Dice que sus hijas son las principales motivadoras para seguir utilizando el cubrebocas. Cuando se inició la pandemia les costó acostumbrarse y utilizaban el accesorio incluso dentro de casa. Es por eso que ya es parte del día a día en su familia.

García tiene profundo miedo a enfermarse por lo que pasó con su esposo y padre de sus hijos. También vio morir a compañeros de trabajo y vecinos de El Inca. En cambio, Santos reconoce que no teme contagiarse porque ya está vacunada y eso la hace sentir segura. Pero seguirá llevando la mascarilla a todas partes. Así viven los quiteños. Con miedo y movidos por la costumbre para no retirarse por completo la mascarilla.

La era de los cubrebocas

Desde el 6 de abril del 2020, el uso de la mascarilla se volvió obligatorio en Ecuador con el objetivo de reducir el riesgo de contagio de covid-19. La decisión la tomó el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional.

Las autoridades delegaron a cada municipio la regulación de esa disposición, es decir debían establecer las sanciones y mecanismos de control.

El incremento en la demanda de las mascarillas se evidenció en el aumento de registros sanitarios autorizados por la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa).

Entre el 2020 y 2022 se emitió un total de 581 registros sanitarios de dispositivos médicos (mascarillas) que cumplieron con condiciones de calidad, seguridad, eficacia e inocuidad. La mayoría de fabricantes son de Ecuador y China, aunque en el listado también hay, en menor cantidad, países como Colombia y Perú.

Quito es la ciudad más golpeada por la pandemia, tiene 347 064 casos confirmados hasta el 20 de octubre. Mientras que, a escala nacional, alcanzan los 1 007 553.

A pesar de eso, muchos han dejado el uso de tapabocas. “Para mí fue un alivio poder respirar de nuevo”, declara Nelson Herrera de 45 años. Al ser vendedor camina mucho y se le hacía muy incómodo hacerlo con la mascarilla.
La última restricción

Desde las 00:00 del 20 de octubre ya no es necesario presentar el carné de vacunación ni la prueba PCR o de antígenos para ingresar al país o viajar a Galápagos.

El subsecretario Nacional de vigilancia del Ministerio de Salud, Francisco Pérez, explicó que la decisión ha sido motivada por el descenso de contagios durante las últimas nueve semanas. Hasta el 17 de octubre el acumulado de casos es de 1 007 371 en todo el país.

En el aeropuerto Mariscal Sucre los viajeros notan la diferencia. Cristian Ortiz viajará con su familia a las islas Galápagos para disfrutar unos días de vacaciones. No sabía que no debía llevar el carné de vacunas pero se alegró al enterarse.

“Ya cada vez todo es más normal”, dice alegre mientras guarda el documento. Sin embargo, asegura que lo lleva en la billetera junto a la cédula “por costumbre”.

Sobre la mascarilla

Después de más de dos años, el pasado 28 de abril, la mascarilla dejó de ser obligatoria en el Ecuador en espacios abiertos y cerrados. La decisión se tomó por los buenos indicadores sanitarios, dijeron las autoridades.

Con la medida, Ecuador se convirtió en el primer país de América Latina en levantar por completo la restricción. Previamente, esta medida fue adoptada, progresivamente, por Argentina, Uruguay y Brasil.

El uso de la mascarilla en el país se mantiene como obligatorio en hospitales y centros de salud. Además, se recomienda su uso en espacios cerrados y donde no se garantice el distanciamiento.

2020: El paisaje urbano estaba presente con personas que iban protegidos con overoles que se usan en laboratorios químicos. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
2021: El uso de la mascarilla como medida efectiva para socializar, mientras llegaba la vacunación masiva, fue la norma en la sociedad. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
2022: El primer día sin la restricción de la mascarilla mostró a viajantes relajados y con esta prenda incluso por bajo de la boca. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

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