Renzo Rafael Bernardi Giler
Me veo obligado a comprar el Diario para el cual usted trabaja por los anuncios clasificados de los domingos.
Antes lo hacía con regularidad, pero dejé de hacerlo cuando el Diario se convirtió en actor político y abandonó el ejercicio ético del periodismo.
Por esta razón he leído su columna de los dos últimos domingos y también he seguido la cadena de los sábados de Rafael Correa.
Expongo mis reflexiones:
Me pregunto si un periodista al escribir una columna como la suya piensa en los lectores. Tal parece que no, y si lo hace nos considera unos estúpidos sin criterio al manifestar que la parada militar en Venezuela se dio en honor al ingreso de Ecuador a la Alba, si es así yo podría decir que la fiesta de matrimonio de mi prima fue en mi honor, ya que fue el mismo día de mi cumpleaños. Simple lógica.
Que los presidentes de la Alba concurrieron a la parada militar es normal. ¿O acaso la presencia de un Mandatario extranjero no da realce a una celebración cívica? La forma como usted lo ve es parcializada y mal intencionada. Denominar a una parada militar “forma fascista” sale de toda objetividad. Desde este punto de vista, las Fuerzas Armadas de cualquier país son por naturaleza fascistas.
Creo, señor Pallares, que su columna de los dos últimos domingos, con todo respeto, no fue más que un desperdicio de papel. En realidad no nos aportó nada a los lectores que esperábamos un análisis más serio, como editor político del Diario, de las implicaciones de la Alba.
Claro que dado que usted considera “cómica” a la Alianza Bolivariana no podíamos esperar menos. Luego, debería preguntarme: ¿cómo se justifica su viaje a Venezuela si su propósito era ridiculizar a la Alba y al Presidente de la República? Seguro que eso lo hacen mejor los actores del programa ‘Vivos’.
Una acotación a quien escoge a los periodistas que viajan a estos actos para seleccionar mejor a los invitados.
Entiendo, señor Pallares, que su función en el medio para el cual trabaja es hacer oposición. Lo curioso es ver cómo la política en Ecuador enceguece.
Es de esperar de ustedes, como medio, primero reconozcan su papel político de opositores en reemplazo de la destruida partidocracia, pero al menos tengan la decencia de no hacerlo con los mismos métodos y recursos de ella.
DEL DOCTOR ENRIQUE GALLEGOS ARENDS
Enrique Gallegos Arends
De la única manera que mi nombre y fotografía pueden ser publicados en su Diario es aunadas a la perversidad.
Como en la nota del día 4 de julio. ¡Qué mejor que confundirme con políticos traficantes de frecuencias, y, claro, mencionando mi antigua militancia comunista y mi condición de reciente ex candidato a la Alcaldía, esta que durante la campaña no mereció por su parte referencia alguna! Así es como su gremio identifica las libertades de prensa e información.
Yo adquirí la frecuencia de radio 99.7 FM, Radio Añoranza, La Rumbera, en 1980, cumpliendo todas las normas legales y reglamentarias vigentes, y, esto es muy importante, usted y otros diarios saben por qué, sin tener que gratificar a nadie por el trámite legal.
Hace cuatro años y por razones estrictamente personales, he vendido la estación a mi hijo, Enrique Gallegos Custode, cumpliendo con los modos establecidos por las autoridades del Conartel para el efecto.
Reclamo, de acuerdo con disposiciones legales, mi derecho a que usted ordene la publicación de esta aclaración en la misma página, con el mismo destaque y con la misma fotografía que fue usada en la noticia a la que me refiero, de tal manera que el impacto deseado entonces por el editor, de alguna manera, sea amenguado.
Nota de la Dirección: Por respeto a la libertad de expresión del doctor Gallegos publicamos su carta, pero no compartimos ninguno de sus conceptos y, peor, sus insinuaciones.
En cuanto a su queja sobre la cobertura periodística que le dimos cuando fue candidato, le remitimos a nuestras ediciones del jueves 29 de enero, del miércoles 18 de marzo y del domingo 26 de abril de este año, donde apareció, en espacios exactamente iguales a los de los otros candidatos, con su fotografía y plan de trabajo.
DEL FISCAL GENERAL
Alfredo Alvear Enríquez, Fiscal General Subrogante
La frecuencia con la que diversos ciudadanos suscriben ‘Cartas a la dirección’ en diarios como EL COMERCIO nos hacen presumir de la existencia de un plan que busca menoscabar la credibilidad que el Fiscal General ha logrado ante la opinión pública.
Las cartas tienen firma de responsabilidad, pero carecen del respaldo de la cédula de ciudadanía. Porque creemos que nuestro pedido no afecta a la confidencialidad que un Diario debe a sus fuentes, solicitamos disponer se entregue a la Fiscalía una copia del original que, sin duda, debe contener detalles que nos permitan responder directamente a las opiniones que se emiten y eventualmente proceder a causas penales que correspondan.
Nota de la Dirección: Como consta en la presentación del espacio Cartas a la Dirección, toda misiva que se publica en estas páginas se respalda con el número de cédula y el teléfono de la persona que escribe. Este Diario no difunde esos datos por preservar la seguridad de nuestros lectores.