La princesa Marta Luisa -de Noruega- no imaginó que encontraría el amor en la personalidad de un guía espiritual. Tras un divorcio, la monarca había decidido continuar su vida centrada en sus tres hijas hasta que conoció al chamán estadounidense Durek Verret. Aunque insólita, la princesa decidió contarle al mundo entero de su nueva relación en redes sociales y mostrar -entre promesas mutuas- muestras de amor eterno.