Colegio Mejía, una historia que también se levanta entre protestas

El Presidente de la República corría con calentador verde claro. Su equipo de seguridad iba junto a él, cargado de pistolas.

Era el 25 de enero del 2003. Quien gobernaba el país era Lucio Gutiérrez. Ese día trotaba por el Centro Histórico de Quito para cumplir con el decreto de austeridad que había firmado dos días antes y en el que prohibió la utilización de vehículos del Estado el último día laborable de cada semana.

Cuando llegó al colegio Mejía se topó con 300 estudiantes que quemaban llantas por el incremento de la gasolina y el aumento de los pasajes. Prefirió no desviarse y cuando se acercó a los chicos todos gritaron la frase: “Lucio nos falló”. Pero él logró convencerles y un grupo decidió trotar con el Jefe de Estado hasta Carondelet. Un grupo desayunó con Gutiérrez y allí expusieron sus inquietudes.

Esta es solo una escena que han protagonizado los alumnos del histórico Mejía. Pero hay otros momentos que marcan su historia. 

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