La paquistaní Malala Yousafzai, símbolo mundial de la lucha por la educación, expresó este viernes 19 de junio del 2020 su “alegría” por recibir un diploma de la universidad de Oxford, en el Reino Unido.
La joven paquistaní Malala Yousafzai, la nobel de la Paz que sobrevivió a un atentado por defender la educación de las niñas en su país, anunció el jueves 17 de agosto de 2017 que cursará sus estudios superiores en la Universidad británica de Oxford.
La premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai pidió este lunes 17 de julio del 2017 declarar un “estado de emergencia para la educación” en Nigeria, durante una visita al país en la que conoció a algunas de las estudiantes secuestradas de Chibok.
Los talibanes estuvieron a punto de matarla en 2012 por defender la educación de las niñas, pero este viernes 7 de julio del 2017 la paquistaní Malala Yousafzai consiguió concluir sus estudios secundarios en el Reino Unido.
La premio Nobel de la paz Malala Yousafzai y el cantante Bono pidieron este jueves 6 de julio del 2017 a los dirigentes del G20 que se comprometan con la educación, y en particular en su financiación.
La adolescente paquistaní Malala Yousafzai, galardonada con el Premio Nobel de la Paz, rompió a llorar el jueves al ver el uniforme escolar que vestía cuando los talibanes intentaron matarla y que aún presenta rastros de sangre.
¿Qué relación hay entre el Nobel de Paz de Malala y la alarma por la superpoblación que hace unos días fue noticia? ¿Cuál es la conexión entre una adolescente paquistaní, que simboliza el derecho a la educación, con la noticia de que nuestros descendientes serán alrededor de 11 000 millones en el 2 100? Esas cifras exponenciales que obligan a preguntar, de la misma forma que cuando se diseña un edificio o se calcula el aforo de un teatro, por la carga que puede soportar la Tierra tienen cifrada una esperanza en millones de niñas como Malala.
"Algunos niños no quieren consolas, quieren un libro y un bolígrafo para ir al colegio", dijo la adolescente paquistaní Malala Yousafzai, galardonada hoy, 10 de octubre, con el Premio Nobel, en un discurso anterior ante el Parlamento Europeo.
El Nobel de la Paz 2014 ha premiado hoy, 10 de octubre, los esfuerzos por los derechos de los niños de la adolescente paquistaní Malala Yousafzai y el presidente de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil, el indio Kailash Satyarthi.
El Ejército de Pakistán detuvo a los 10 talibanes relacionados con el ataque perpetrado en 2012 contra la joven activista paquistaní Malala Yousafzai, de entonces 15 años, informó hoy un portavoz militar.
Es conocida como la niña más valiente del mundo, pues desde los 11 años lucha por el acceso a la educación de las niñas en Pakistán donde los talibanes se oponen a que ellas tengan ese derecho. Esa lucha ya le ganó un tiro talibán en la cabeza y pese a las amenazas contra su vida, Malala no claudica, lo que la convierte en un referente para la juventud mundial. Por ello, la comunidad internacional ha sabido reconocerla de muchas maneras. El Parlamento Europeo le otorgó el Sakharov, premio que se entrega a quienes defienden la libertad de pensamiento. Fue también una de las favoritas para ganar el Nobel de la Paz y algún día lo logrará. El solo hecho de haber sido nominada al Nobel nos reafirma que todos los niños y niñas de este mundo tienen derecho a la educación, sin distingos de ninguna clase. La lucha de Malala me recuerda con pena aquel comentario del Sr. Presidente cuando dijo que las niñas iban a colegios privados para encontrar maridos. O, peor aún, ese otro mucho más vergonzos
La joven paquistaní Malala Yousafzai, cuyo nombre circula como posible Premio Nobel de la Paz, consideró el miércoles no ser merecedora de ese galardón, cuando se cumple un año del atentado de los talibanes que estuvo a punto de costarle la vida.
Malala tiene 14 años. Por su aspecto podríamos decir que es casi una mujer, aunque aún le cueste alejarse de los juegos infantiles. Acaba de salir de su escuela en Mingora, capital de la comarca del Swat, Pakistán. Va acompañada de dos amigas. Los enormes ojos negros de Malala, brillantes y vivaces, observan el autobús al que deberá subir para regresar a casa. De pronto, una voz de hombre pronuncia su nombre. Ella voltea y descubre a un desconocido, barbudo, que en pocos segundos la encañona y dispara. La bala entra por un costado de su cabeza y se aloja en su cuello.