Macas, el artista que persigue el paso de equinoccios y solsticios

José Luis Macas junto a dos de las piezas lumínicas que se exhiben hasta octubre en la galería N24. Fotos: Patricio Terán /EL COMERCIO

Los solsticios y equinoccios juegan un papel relevante en el trabajo del artista ecuatoriano José Luis Macas. El sol, sus movimientos y representaciones están presentes en su producción sonora, visual y performativa.  

En el campo artístico, su conexión con estos ciclos de la naturaleza comenzó hace más de 10 años. Un performance en el que utilizó la máscara del Aya Huma, el personaje central de la fiesta del Inti Raymi, fue el detonante de una serie de investigaciones que ha realizado desde el 2013.  

Desde ese año, los tiempos de solsticios y equinoccios los dedica a fotografiar, filmar, dibujar y a caminar por las calles del Centro Histórico de Quito y las montañas que están a su alrededor. De estas actividades aparece una línea de trabajo en la que el paisaje, pero sobre todo la luz y los movimientos del sol son explorados desde una visión histórica y cultural.  

Este contexto sirve para entender, por ejemplo,  por qué decidió inaugurar ‘Luminancias’, la exposición que está abierta desde el pasado miércoles en la galería N24, durante el Kolla Raymi; una de las fiestas andinas que está conectada al calendario agrícola y astronómico  que construyeron los pueblos originarios de los andes.  

Las piezas están inspiradas en las figuras que encontró en las cerámicas precolombinas que son parte de la colección del Museo del Alabado. 

‘Luminancias’ 

Para Macas, lo más interesante de estas investigaciones son las conexiones que ha podido crear entre los solsticios y equinoccios y la trama urbana y la arquitectura. Las piezas lumínicas y la serie de dibujos que se exhiben en la galería N24 tienen su antecedente en  ‘Cromotopos’, la obra que presentó en la XIV Bienal de Cuenca.  

 En esa ocasión, colocó una serie de piezas cromáticas traslúcidas en el centro de la ciudad durante el primer equinoccio de 2018, que luego se convirtieron en una especie de relojes solares urbanos.  

Estas piezas, al igual que las que se exhiben ahora en la galería, están inspiradas en las formas que encontró en las cerámicas precolombinas que son parte de la colección del Museo del Alabado.    

A diferencia de lo que sucedía cuando estaban en la calle, las 12 ‘luminancias’ que son parte de esta exposición no están en contacto directo con el sol sino con una luz artificial. A través de este recurso, las figuras de las piezas aparecen en las paredes blancas de la galería, entre ellas una silla manteña, una chacana, animales como el mono, formas que hacen referencia al sol y líneas que serpentean.  

“Lo de las líneas es algo que está muy presente en la muestra porque para nosotros el horizonte no es un línea recta a nivel del mar sino el relieve montañoso”. 

Como parte de la exposición también se exhibe una serie de dibujos hechos en cianotipia, un procedimiento fotográfico en el que se usan emulsiones fotosensibles sobre papel o cartulina. 

Estos dibujos son parte de una bitácora que también tiene su antecedente en los solsticios. “Son dibujos -cuenta Macas- de cosas que he registrado a lo largo de mis distintas caminatas”. El resultado de este ejercicio son imágenes en las que nuevamente la luz solar tiene un papel protagónico.  

Influencias brasileñas   

Para María Fernanda Cartagena, curadora de la muestra, la obra de Macas tiene fuertes influencias del Neoconcreto Brasileño, un movimiento artístico que apareció en la década de los años 50 y 60 del siglo XX y que tuvo entre sus máximos exponentes a Lygia Clark y Hélio Oiticica.  

 Lo que hicieron estos artistas fue romper con las representaciones naturalistas, bidimensionales y estáticas de la época y comenzaron a componer su obra con el movimiento y el color. Asimismo, con el Neoconcreto, el espacio y el tiempo empezaron a cobrar más sentido y más valor.  

En este contexto, Macas comenzó a componer su obra en sincronía con las fuerzas de la naturaleza, sobre todo, en relación a los movimientos de la luz del sol, pero también, como sucede dentro de la galería, con la poética que se puede generar con la luz artificial.  

Al final, como sostiene Cartagena, lo de Macas es una actualización del pensamiento andino a través del arte contemporáneo y un nuevo aporte al mundo del arte abstracto en el país. “Él está abriendo nuevos cauces dentro de la tradición de la abstracción, pero con matrices precolombinas”.  

El artista 

Formación: Estudió artes visuales en Bélgica, Ecuador y Cuba. Tiene una maestría en Arte en el Espacio Público y Multimedia de la Academia Real de Bellas Artes de Bruselas. Es profesor e investigador en la carrera de Artes Visuales de la U. Católica. 

Actividad: Es miembro del colectivo de performance sonoro 0°1533, colaborador del colectivo de artistas kichwas Sumakruray y coordinador de Chawpi laboratorio de creación, un espacio cultural en Quito. 

Reconocimientos:En 2018, Macas obtuvo el primer premio de la X bienal SIART de Bolivia con el colectivo laboratorio textil y participó en la XIV Bienal internacional de Cuenca. 

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