En 1993, Lorena Gallo, una emigrante ecuatoriana de 24 años residente en Manassas -una ciudad de 45 000 habitantes ubicada en el estado de Virginia-, cortó el pene de su marido de un solo tajo, salió de su casa, en medio de la madrugada, se montó en su automóvil, avanzó unos kilómetros y lo lanzó por la ventana. Horas más tarde, el pene, que fue encontrado por la Policía en medio de unos matorrales, fue reimplantado a John Bobbitt a través de una complicada cirugía. Ese mismo año, en Estados Unidos, 2 000 mujeres murieron por violencia doméstica. Ninguna de esas muertes fue portada de periódicos o encabezó los titulares de los noticieros de televisión.
La ecuatoriana Lorena Gallo, conocida como Lorena Bobbit, narró la historia de violencia que vivió durante su matrimonio con John Wayne Bobbitt en Manassas, Virginia, Estados Unidos, 25 años después de que cortara el miembro sexual de su esposo. El hecho ocurrido el 23 de junio de 1993 y copó páginas de los principales medios a escala global.