Al parecer, nos estamos acostumbrando al uso –en la actividad política- de un lenguaje y comportamientos ajenos a los que corresponde en la relación de gobernantes y gobernados.
Los gatos son seres misteriosos que tienen un lenguaje complejo. Pero no te preocupes, si tienes uno seguramente habrás logrado entender algunas de las señales que te da.
Nyle DiMarco es de quien han estado hablando las mujeres, hasta las más reservadas, y los gays durante esta semana. Sus ojos de azul penetrante y cuerpo imposible para la mayoría de mortales le merecieron ser nombrado el hombre más sexi en Instagram por la revista People.
Le saludo y felicito por su artículo, Todos y todas. Expresión que ha invadido, como otras, incluso en el lenguaje eclesial.
Expresiones como "estar hecho un obelisco", vivir "de las costillas de los padres", "graso error" o "tirar las campanas al vuelo" reflejan el rápido y preocupante deterioro de la lengua española, como pone de relieve Ana Durante en su 'Guía práctica de neoespañol'.
La edición 23 del Diccionario de la Real Academia Española, publicada en octubre de 2014, puede consultarse desde hoy (13 de octubre del 2015) en la página web de la Academia, que ya encontró patrocinador para esta obra esencial de referencia, que recibe al mes más de cuarenta millones de consultas.
Por teléfono, una voz femenina, de tono pausado y discreto, no daba muestras de asumir el asombro y extrañeza que me causaban sus preguntas: -¿Todavía existe la che?; ¿desde cuándo la elle y la ye son una sola letra?; ¿la erre existe? Tal cual. No era la voz de una niña de primaria, sino la de una comunicadora de un canal de televisión que me transmitía inquietudes de varios de sus colegas que acordaron llamar a la Academia, para solventar sus dudas. Todos, ecuatorianos; todos, bachilleres; algunos, periodistas en pleno ejercicio… No se trataba de una broma: me hacían estas preguntas absolutamente en serio. Yo contenía mi sorpresa y mi angustia, para procurar entender mejor desde qué entendimiento de la lengua, a partir de qué nociones surgían estos asombrosos, elementales escrúpulos, aceptables solo en el caso de que se tratara de niños o de iletrados que añadían a su ignorancia, total incapacidad de reflexión.
En la política, tal vez más que en otras actividades humanas, somos rehenes de las palabras: se nos imponen y, como son necesarias para comunicarnos, para opinar o dialogar, las utilizamos irreflexivamente, sin analizar su real y en ocasiones contradictorio sentido. ¿Qué significan palabras como derecha e izquierda, democracia y dictadura, autoritarismo y totalitarismo? ¿Qué alcance damos a las palabras libertad e igualdad? ¿Qué dimensión otorgamos a la palabra justicia? ¿No es verdad que su uso repetido, muchas veces con una intención manipuladora, maniquea, las ha ido despojando de su contenido, vaciándolas, esterilizándolas, distorsionándolas, hasta tal punto que pueden ser empleadas con acepciones múltiples e incluso opuestas?
El lenguaje humano, único entre los seres vivos por su nivel de complejidad y sofisticación, nació en algún momento entre hace 2 millones y 400 000 años, según un estudio publicado por un equipo internacional de investigadores en la revista científica Science Advances.
Una vez le preguntaron a Confucio si, en caso de ser gobierno, cuál sería su primera reforma. Y respondió, sin ninguna duda, que sería la del lenguaje. La política es, en el fondo, un asunto discursivo. El lenguaje que se aplique en ella dará las señales de lo que somos y lo que queremos ser. Hacia ese ‘querer ser’ se construya un camino del que pocos probablemente adviertan cuál y cómo será su punto de llegada y que, para colmo, no dejará vía de escapatoria alguna.
Lo que se vio la semana pasada en la Asamblea Nacional fue un teatro de lo absurdo, de lo ridículo, especialmente por el uso indiscriminado de vulgarismos, un término que, para entenderlo mejor, es todo lo contrario de lo que debería ser el lenguaje culto.
Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) mexicano desarrollaron un guante que traduce a texto y sonidos el lenguaje de los sordomudos para facilitar que puedan transmitir mensajes a personas que desconocen los signos, informó la institución educativa en un comunicado.
Señor don, señora doña, doblemente ‘señor’ o ‘señora’: dos veces noble y digno quieren decir estos vocativos de origen válido y precioso. Don procede de dominus, señor, y doña, de domina, señora. Señor, por antonomasia, significa ‘Dios’, (¿quién que es, no ha oído o pronunciado, como Pedro: -Señor, no nos dejes; -Señor, te esperamos?). Ya en lo humano, corresponde, por su origen, a quien es dueño de algo, tiene dominio y propiedad en ello. Como adjetivo significa noble, decoroso, ‘propio de señor’.
Algunos niños autistas desarrollan más la capacidad de lenguaje que otros, debido a que desde que son bebés presentan una mayor actividad neuronal en las áreas del cerebro implicadas en esta función, según un nuevo estudio que publica hoy 9 de abril la revista científica Cell.
Los perros perciben el lenguaje humano de forma muy parecida a las personas, detectando quién dice algo y cómo lo hace, según un estudio presentado hoy (26 de noviembre) en la publicación británica Current Biology.
La tartamudez es un trastorno de comunicación que afecta a cuatro de cada 100 niños, según un estudio de la Fundación Americana de Tartamudez.
El Rey de España elogió hoy (17 de octubre del 2015) el "consenso" y el "respeto a la diversidad" con que la Real Academia Española y las academias de América y Filipinas garantizan la unidad del español y animó a emplear las nuevas tecnologías para aprovechar la importancia de este idioma como "activo económico de primer orden".
No coincido con quienes sostienen que el lenguaje es un fenómeno secundario, de estilo, meramente formal. Ningún lenguaje es inocuo. Más allá de sus múltiples usos, expresa y refleja una realidad, un entorno y, por tanto, una visión del mundo. Varía de una época a otra, de una región a otra, de una profesión a otra, de una persona a otra. El lenguaje de nuestro gobernante es la manifestación de su universo interior, de sus concepciones vitales, de su actitud hacia los demás, de sus formas de sentir y de vivir. Además de su vulgaridad y su simpleza -supuestas cualidades populares-, de su intención de agredir, de su carencia de hondura, sutileza e ironía, contiene, en la práctica, altas dosis de agresividad y violencia. Leamos: “¿Cómo ustedes creen que si uno ve a un payaso psicópata como Emilio Palacio -que además me da por el ombligo a mí, sería un microbicidio-, ¿ustedes no tienen ganas de caerle a patadas a un tipo así?”. Tener eventualmente razón no significa poseer el supuesto dere
A partir del año de vida, los bebés comienzan a entender el lenguaje de manera similar a los adultos. Su cerebro reacciona de manera distinta ante su lengua materna que ante idiomas extranjeros, según una investigación publicada en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS).
Si aún existe Selecciones, la revista del Reader’s digest, cuyo significado nos parecía ser ‘léala y digiera’ (que es, en sentido figurado, consejo digno de tener en cuenta), y conserva la sección “Enriquezca su vocabulario”, yo sugeriría a los lingüistas de nota que la redactan, que hoy la llamaran “Empobrezca su vocabulario”, contra las hinchazones que pretendo mostrar.