En esta edición, siete personas, que han visto o sentido a la muerte de cerca, nos revelan cómo cambió su sentido de la vida y que, por más terrible que haya sido su experiencia, supieron “rabiar, rabiar contra la agonía de la luz”.
El 20 de agosto de 2001, cuando tenía 7 años, sobrevivió a un siniestro de tránsito en el que perdió a su madre Ana Lucía, a su padre Geovanny y a su hermano Martín, de 3 años.
El siniestro de tránsito que sufrió Álex Almeida le generó una lesión medular, que le impide caminar. Se reincorporó a la sociedad luego de un año de rehabilitación.
En septiembre de 2020, luego de atender a cientos de pacientes, el doctor Cuenca y su esposa, la pediatra Dolores Trujillo, contrajeron covid-19.
En 1998, su familia se embarcó en el avión Tupolev que se estrelló a 340 kilómetros por hora, en el antiguo aeropuerto de Quito.
El 16 de junio del 2002, Juan Hidalgo sufrió un siniestro de tránsito en una carretera de Miami, Estados Unidos. Esto ocurrió cuando él tenía 18 años.
Esta abogada, especialista en temas de género, perdió a su hija Paula, en julio pasado. La bebé, de 1 año y dos meses de edad, sufrió de muerte de cuna.
En 2007, Soraya, de 54 años, perdió a su hija Nicole. Un hombre la atropelló mientras entrenaba en su bicicleta en el norte de Quito.