El agua cristalina del río Arajuno corre apacible en la tarde de verano. En su extenso recorrido llena de vida a numerosas poblaciones que se levantan en sus riberas, hasta unirse con el Napo, aguas abajo. En el trayecto se alimenta de pequeños esteros que nacen en la inmensa selva amazónica.
Los coloridos bordados, que han dado fama a las mujeres kichwas del sur de la capital de Imbabura, y los paisajes andinos marcaron a Jorge Moya.
Las representaciones simbólicas del entorno de la selva amazónica y la relación de las comunidades con la naturaleza, los animales, las actividades cotidianas y la mitología se plasman en tres elementos que son prácticas de las mujeres en las comunidades kichwas de la Amazonía: tinajas, mucahuas y supais.
Cientos de pétalos blancos y rojos flotan en el agua cristalina que se obtiene de la vertiente Hatun Pukyu (fuente grande, en español). Ahí, familiares y amigos de dos parejas de recién casados les acompañaban, el pasado lunes 18 de julio de 2016, durante el ritual Ñawi Mayllay (lavado de cara).
Cada año, un mes antes de la Fiesta de Sol, Segundo Bautista Siza, de 75 años, afina su bandolín con el que alegrará la danza del Pueblo Natabuela.
Banda, pirotecnia y cura, fiesta segura. Este refrán se ajusta bien a las celebraciones populares, especialmente de las comunidades indígenas.
Llegaron desde varios cantones de la provincia de Imbabura. Músicos, danzantes, comuneros… alegraron con los ritmos de la Fiesta del Sol a la ciudad de Ibarra.
Un sendero tapizado de plantas minúsculas conduce hasta los páramos de El Hato, situado en la estribación sur-occidental del nevado Cayambe, en el norte de Pichincha.
El fuego es uno de los cuatro elementos que reconoce la cosmovisión de los kichwas del país. Incluso, este mes está dedicado a este símbolo, mediante la ceremonia del Mushuk Nina (Fuego Nuevo, en español).
Lingüistas, dirigentes indígenas y educadores se reunieron para aportar detalles en torno al proyecto de Ley Orgánica de Derechos Lingüísticos de los Pueblos y Nacionalidades.
Los bailes de San Juan, las cosechas, los bordados… plasmados con plumilla se distinguen entre las últimas obras de Vicente Cualchi Ibadango.
En el sur de la Amazonía ecuatoriana, en las provincias de Pastaza y Morona de Santiago, los pueblos Kichwas, Achuar y Shuar veneran a un mamífero que está a punto de desaparecer del país. Sus creencias son la única esperanza para que no se extingan totalmente.
La necesidad de crear un relato propio llevó a la Asociación de Jóvenes Kichwas de Imbabura a fundar el periódico mensual Wiñay Kawsay, en el 2007. Este grupo ganó experiencia en el manejo de medios de comunicación con la radio comunitaria Ilumán. Las historias a las que tenían acceso, la información y los datos se iban perdiendo, así que decidieron crear un registro escrito que no sólo sirva de documentación, sino que también llegue al público indicado.
A Manai Kowii su abuelo le contó que el sumak ruray, en la cosmovisión indígena, representa trabajar bien. En algunas comunidades de Imbabura este vocablo kichwa también simboliza hacer el bien en conjunto e incluso ser honesto.
Los collares son parte de su identidad. Es el rasgo de la cultura Kichwa que Rosa Catote, de 60 años, aún conserva. Ella llegó hace cinco a Santo Domingo de los Tsáchilas. Es parte de los 3 200 indígenas de la Sierra, que se radicaron en la provincia desde hace 40 años.
Llevar un sambo (una especie de calabaza) rodando de un lugar a otro, en una precipitada carrera de 40 metros, es uno de los juegos indígenas tradicionales en Imbabura.
Compartir bebidas y alimentos, limpiar las tumbas, rezar y cantar son algunas de las tradiciones comunes entre las comunidades indígenas de la Sierra. Pero cada una tiene detalles que caracterizan a su pueblo, según la región.
El Inti Raymi o Fiesta del Sol no solo es la celebración más importante de los pueblos kichwas de la Sierra Norte. Es también el festejo más caro.
Con una marcha, un ritual andino, un concierto y discursos, la Federación de Indígenas y Campesinos de Imbabura (INRUJTA-FICI), celebra hoy, 1 de mayo del 2014, un aniversario más de creación. Esta organización, que aglutina a 180 comunidades kichwas, está considerada una de las más fuertes de la provincia de Imbabura, situada en el norte de Ecuador.