Para lograr la primera imagen de un agujero negro que fue presentada ayer 10 de abril del 2019, se recolectó una tonelada y media de datos. Y es que, aunque la existencia de estos estaba comprobada teóricamente, nunca antes en la historia se había podido observar un agujero negro. Esto cambió gracias a Katie Bouman quien ideó un algoritmo que permitió la captura de la fotografía.