En la “Toma simbólica del centro histórico” (marzo de 1988) realizada bajo mi exclusiva responsabilidad, con mis cien estudiantes, tal como quedó reflejado en el libro publicado con el dinero obtenido en la subasta del dibujo que Oswaldo Guayasamín hizo en la calle, por primera vez el centro se volvió peatonal y durante ocho horas quedó convertido en un espacio de arte y de cultura. Iglesias, bibliotecas, museos e instituciones se abrieron para que los cien mil quiteños pudiesen visitarlos guiados por distinguidos historiadores.
“Los textos se originan en el aire y en el desgaste de la memoria”. Con esta frase, que da cuenta de su trabajo como poeta, el escritor ecuatoriano Julio Pazos comenzó su discurso de agradecimiento por su designación como Poeta del Año del Encuentro Internacional de Poesía Paralelo Cero, que se Inauguró ayer (19 de marzo del 2018) en el Teatro Capitol.
Julio Pazos es un poeta que se mantiene cercano a la gente. En un conversatorio que se realizó en el Centro Cultural de la PUCE, leyó su poesía, compartió anécdotas de su vida junto a Laura -la mujer con quien ha compartido los últimos 51 años-, y reflexionó sobre el poema, el poeta y la poesía que, para él, en esencia, está impregnada de cotidianidad.