“El Fondo no será administrado por el Biess” porque no tenemos recursos estatales. Así, dijo hoy, 26 de septiembre del 2014, Juan José Castelló, presidente ejecutivo del Fondo de Cesantía del Magisterio Ecuatoriano (FCME), en referencia a la Ley aprobada, en segundo debate, por la Asamblea.
El alto costo de la educación en Estados Unidos, incluso para las personas mayores, muchos de los cuales todavía no terminaron de rembolsar los préstamos recibidos, lleva a que ahora el Estado recurra a sus jubilaciones para recuperar el dinero.
Nada de eufemismos: soy viejo, no “adulto mayor”. La nueva terminología oculta una etapa en la vida de todo ser, la de la vejez. Es la época de la vida en que se puede disfrutar de las cosas pequeñas de una manera pausada, tranquila, en muchos casos con el orgullo del deber cumplido. Ser mayor de 60 años no significa ser un estorbo para la sociedad. Al contrario, la experiencia y los conocimientos son fuentes de inmensa riqueza, que ayudan a no caer en los errores cometidos por el ímpetu juvenil. La juventud es “una enfermedad que se cura con el tiempo”. La vejez se supera con la muerte. Por ello, en esos últimos años de vida debería aprovecharse más intensamente las cosas hermosas, y entregar los conocimientos a la sociedad.
El impacto para el trabajador de la propuesta del Gobierno, de reemplazar la jubilación patronal con un bono, dependerá de los años de servicio del empleado.
El pago de un bono reemplazará a la jubilación patronal y al desahucio, según plantea el proyecto de Código Laboral, entregado oficialmente el jueves pasado a la Asamblea.
Una docente británica jubilada de 89 años, identificada por la prensa como Anne, acudió a la clínica suiza Dignitas para realizar un suicidio asistido, porque no conseguía adaptarse a las tecnologías y los tiempos modernos, a las computadoras, los correos electrónicos, y tampoco al consumismo y el fast-food.
Con el pretexto de "salvar al IESS" en el año 2001 se eliminó la "Jubilación Especial Reducida", a la que accedían los afiliados con veinte y cinco años de aportes y cuarenta y cinco de edad. Miles de trabajadores que estábamos a pocos días de cumplir estos requisitos, de la noche a la mañana, fuimos condenados aportar cinco años adicionales y a sobrevivir quince más, mínimo hasta los sesenta, para poder jubilarnos. Hoy nuevamente el IESS presenta un "déficit actuarial enorme". De concretarse esta barbaridad, quienes ya fuimos afectados en el 2001, ahora que ya tenemos treinta años de aportes, nunca llegaremos a jubilarnos.
Fue en febrero de 1999, cuando Teresa de Jesús Olalla optó por la jubilación especial reducida. Ella trabajó como diseñadora de pantalones en una empresa de confecciones hasta que cumplió 50 años. Por la pensión, durante 11 meses, recibió 316 666 sucres.
El futuro puede mirarse como promesa o como amenaza, pero nadie deja de inquietarse con el futuro porque avanzamos hacia él, como decía Unamuno, a sesenta minutos por hora. Preocuparse del futuro para algunas personas significa leer el horóscopo o visitar a la bruja, pero para los más sensatos significa pensar en las consecuencias que tendrán sus acciones presentes, planificar y anticipar. El futuro, después de todo, se construye en el presente. De la previsión nació el sistema de Seguridad Social que consiste en reservar recursos para proteger a los ciudadanos de los riesgos de reducción de ingresos por enfermedad, maternidad, accidentes de trabajo, desempleo, invalidez y vejez.
Por fin hay buenas noticias sobre el Alzheimer: la frecuencia de esta enfermedad cerebral incurable, que afecta sobre todo a las personas mayores, podría ser menor de lo previsto, y su riesgo se reduciría si se retrasa la jubilación, revelan estudios.
Joffre Roldán Izquierdo tiene 68 años y durante 44 trabajó como maestro. Daba clases de matemáticas. Ahora habla con la jerga de los abogados y no sale de su casa sin la Constitución. Ha memorizado varios de sus articulados; se la pasa enviando correos electrónicos a la prensa y en reuniones como la que tuvo el 18 de diciembre, con Francisco Vacas, ministro de Relaciones Laborales. O en septiembre del 2011 con el presidente de la Asamblea, Fernando Cordero.
Estimado Sr. Milton Luna:
Todo el mundo quiere dejar de trabajar en algún momento y disfrutar de la jubilación. Si la pensión es la preocupación para la mayor parte, la magnitud del problema alcanza a los casi 7 000 millones de personas del planeta, quienes en algún momento se preguntarán cómo costear la jubilación si la gente vive aún más tiempo del que pensaba. Este riesgo de longevidad tiene implicaciones para la estabilidad financiera y fiscal mundial, señaló hoy Erik Oppers, subjefe de la división de Estabilidad Financiera Mundial del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del Fondo Monetario Internacional (FMI). Este es el problema: los gobiernos han hecho análisis del envejecimiento que están mayormente basados en conjeturas sobre la evolución de la situación demográfica, como ser una mayor disminución de la fecundidad y cierto aumento de la longevidad. “El problema es que en el pasado la longevidad se subestimó de manera regular y sustancial. En la actualidad, todos vivimos mucho más tiempo qu
La Comisión de Derechos de los Trabajadores y la Seguridad Social presentó el informe para segundo debate del proyecto para la jubilación especial de las mujeres. Este no tuvo el respaldo de Alianza País sino de Nívea Vélez, Consuelo Flores (Madera de Guerrero), Silvia Salgado (socialista), Kléber García (PSP), Enrique Herrería (ex M. de G.) y Scheznarda Fernández (ex PSP, aliada del oficialismo).
El número de aportaciones no puede ser inferior al número de años que se beneficiarían las mujeres en condiciones de jubilarse acogiéndose a la propuesta que nos inquieta en estos días; es decir, una mujer con 53 años de edad y 33 de aportes nos lleva a un panorama de 33 años más de vida, o sea que recibiría pensión jubilar durante 33 años más sobre los 53 que ya tiene ahora; es decir, en el mejor de los casos se beneficiaría hasta que tuviera 86 años de edad. ¿Y cuál es la expectativa de vida según cálculos al respecto? Ramiro González, con datos en la mano, nos dice que es de 78 años, tres más que el hombre. Ahí nomás tenemos 8 años que 'regalaríamos', pues son años dorados en contra de las mujeres a jubilarse. El IESS debería realizar sus famosos cálculos actuariales tomando en cuenta estas reflexiones.
Desde que en 1935 Roosevelt fijó la jubilación a los 65 años, esa edad se ha convertido en la esperanza de quienes desean al fin descansar, cosechando los frutos de una vida de trabajo.
Un grupo de legisladoras impulsa el proyecto de jubilación temprana para la empleada o trabajadora, de manera tal que la mujer pueda dedicarse a otro tipo de tareas familiares o personales gracias a una pensión digna que le entregue el Seguro Social. El objetivo, sin duda, tiene buenas intenciones, pero no ha contado con el suficiente análisis ni la necesaria discusión entre las propias mujeres para conocer si realmente eso es lo que desea la mayoría de la población femenina.
La abogada Silvia Buendía, casada y con dos hijos, critica el proyecto legislativo para jubilar a la mujer a los 45 años y propone igualar todos los roles con el hombre.
Como un insumo para elaborar el informe de segundo debate sobre la jubilación especial para las mujeres que tengan 300 imposiciones (25 años de trabajo) se pedirá la comparecencia de Ramiro González, el presidente del Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
En los últimos tres años un promedio de 23 767 personas presentaron su trámite de jubilación, según información del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).