Juan Carlos Zevallos: ‘He pedido un inventario de recursos humanos y de infraestructura’

Juan Carlos Zevallos se graduó de médico en la U. Central. Cardiólogo, formado en EE.UU. e Italia. Fundó la Red Americana para la Vigilancia de Enfermedades Crónicas

Juan Carlos Zevallos se graduó de médico en la U. Central. Cardiólogo, formado en EE.UU. e Italia. Fundó la Red Americana para la Vigilancia de Enfermedades Crónicas

Juan Carlos Zevallos se graduó de médico en la U. Central. Cardiólogo, formado en EE.UU. e Italia. Fundó la Red Americana para la Vigilancia de Enfermedades Crónicas. Foto: Cortesía UDLA

Durante 20 de sus 62 años, Juan Carlos Zevallos, nuevo ministro de Salud, se formó fuera del país. Buena parte de ese tiempo en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos. Se desempeñó como Epidemic Intelligence Service officer, es decir alguien preparado para atender males infecciosos. Por ser cardiólogo trabajó en problemas crónicos, en una ocasión sobre rotavirus.

¿Por qué decidió asumir esta responsabilidad, en medio de una emergencia sanitaria que no se ha vivido en el país?

Estoy preparado. Me formé en los CDC, que marcan los lineamientos en salud pública a escala mundial. También en Italia, por lo que soy parte de una Red Internacional en las Américas sobre vigilancia. Siempre quise volver al país y llegué como Decano de Medicina de la UDLA. Y me convocaron como experto para asesorar al COE en temas de vigilancia. No se me hizo difícil aceptar el cargo. Tengo los contactos internacionales como para que utilizando experiencia y experticia globales podamos actuar localmente.

¿Ecuador está preparado para enfrentar la propagación del virus?

Sí. El equipo financiero del Gobierno me ha garantizado que hay los recursos económicos. Nos apoyaremos en donaciones, la Embajada de Ecuador en España busca créditos con dos años de gracia y pagaderos a 10. Pedí un inventario de recursos humanos, enfermeras, médicos y auxiliares; de cuántos hospitales y camas en las unidades de cuidados intensivos hay, para saber con qué contamos. Respiradores, insumos de bioseguridad. Estamos previniendo de forma eficiente, metódica, científica para hacer proyecciones y planificar.

¿De qué otras formas se están anticipando ante el avance de los contagios?

Nos estamos adelantando a la necesidad de usar ciertos espacios como centros de convenciones, coliseos, el edificio de Unasur, la Clínica Pichincha y un galpón enorme en Guayaquil de la empresa privada. Estos tienen una infraestructura adecuada, para potencialmente rehabilitarlos o armarlos para que sirvan como hospitales. Estamos mirando la cohorte de personas con similitud de síntomas, que quizá no requieran hospitalización, pero que tampoco estarán aptas para quedarse en sus casas.

¿La proyección es un escenario más complicado?

Por eso, justamente, varios expertos a nivel internacional y local estamos trabajando todos los días; usando la información disponible para hacer proyecciones, aunque sea con errores. Los datos son la mejor evidencia para planear el futuro.

Una preocupación es la falta de pruebas para detectar el virus.

Dos millones de pruebas van a venir al Ecuador y serán un alivio enorme a esta intranquilidad que se ha generado. Son pruebas que brindan más certeza en el diagnóstico, una probabilidad más alta de detección del virus. Se harán en 15 hospitales, así la gente podrá verificar si tiene o no la enfermedad, si presenta síntomas y estuvo en contacto con personas contagiadas.

¿Por qué no traer pruebas que ofrecen resultados en menor tiempo?

Hay dos tipos de exámenes para detectar el virus, el primero es más rápido, de screening o tamizaje, sus resultados se ofrecen en un tiempo muy corto. Pero evalúa anticuerpos que el organismo ha desarrollado frente al virus, lo que se hace en una gripe, y por eso se mide rápido pero tiene sensibilidad del 80%; es decir en el 20% no detecta si estuvo infectado o no. En las otras pruebas PCR se observa la secuenciación del virus, requieren una muestra, no lo destruyen, se usa la memoria genética de ese virus, el RNA. Los resultados se tienen en hasta 72 horas.

¿El país está abastecido de medicinas para dar tratamiento a pacientes contagiados?

En el mundo no existe vacuna ni tratamiento para esta enfermedad, lo que hacemos es tratar las consecuencias y complicaciones. Puedo anticipar que no habrá desfase y hay recursos para satisfacer la necesidad. Sería un error de mi parte dar cifras sobre cuánto dinero hay. Quiero quitar esta idea de abastecernos, busco apertura con farmacéuticas para ir contando con lo suficiente, tampoco podemos quedarnos embodegados de productos. Hay que cuidar el dinero.

¿Los internos rotativos deben evitar exponerse sin contar con insumos?

Pienso en la exposición al riesgo y me duele. Pero necesitan practicar, no hacerlo les imposibilitaría para habilitarse como médicos. Yo propuse (cuando era decano) que pasen a servir en el 171, en triajes, pero es una decisión compleja.

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